Argentina: Prision preventiva a ocho rugbiers por crimen

BUENOS AIRES, 14 FEB - Los ocho jóvenes jugadores de rugby acusados de dar muerte a otros a raíz de una feroz golpiza en un centro de veraneo en Buenos Aires deberán permanecer en prisión hasta que se realice el juicio, en un caso que conmociona desde hace semanas a la sociedad argentina.
Lo que la prensa especializada subraya hoy de la decisión del juez actuante, David Mancinelli, es el agravante de "alevosía" a la calificación de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas".
Alevosía implica en la jerga jurídica que los que atacan lo hacen en circunstancia de haberse asegurado de que no corren ningún riesgo que pudiera provenir de una reacción defensiva por parte de la persona agredida.
Esto, ciertamente, complica el panorama de los acusados -de entre 18 y 20 años de edad- que se exponen a una condena de prisión perpetua.
Así Máximo Thomsen y Ciro Pertossi, los principales acusados del crimen, imputados de la autoría material de asesinar a Fernando Baez Sosa a patadas en el cráneo en Villa Gessell, y sus ocho compañeros considerados partícipes necesarios -Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli y Luciano Pertossi- seguirán tras las rejas.
El joven Báez Sosa murió por un "shock neurogénico", un daño al sistema nervioso en forma masiva, provocado por hemorragias internas en el cráneo a raíz de los tremendos golpes recibidos en la cabeza y que resultaron mortales.
Según los videos que muestran la brutal golpiza, la víctima recibió al menos dos patadas en la cabeza con la suela y una más con la punta de una zapatilla en la misma zona.
Personal del servicio penitenciario reveló que al comienzo de su encierro los jóvenes "se mostraban altaneros y soberbios", pero que con el paso de los días "su actitud cambió y lucen "cabizbajos y distantes".
La fiscal de Villa Gesell, unos 300 kilómetros al sur de la capital argentina, Verónica Zamboni, acusó a los rugbiers de haber asesinado a golpes y patadas a Báez Sosa la madrugada del 18 de enero último en la puerta de la disco Le Brique, donde previamente habían tenido un altercado que motivó sus expulsiones del local.
La defensa de los jóvenes, a cargo del abogado Hugo Tomei, pidió que en caso de confirmarse la prisión preventiva para todos o algunos de ellos, puedan cumplirla de manera morigerada, bajo arresto domiciliario, con monitoreo electrónico, lo que no fue considerado por el juez.
Por su parte, la querella a cargo de los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola pidió los agravantes de "alevosía" y "homicidio por placer".
Otros dos acusados, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi quedaron en libertad ante la falta de pruebas.
(ANSA).