Arauz y Lasso se alejan de la grieta y apuestan por un discurso mas inclusivo de cara al balotaje

Ecuador entra esta semana en la recta final de la campaña electoral, en la que los candidatos presidenciales al balotaje -el correista Andres Arauz y el conservador Guillermo Lasso- dejaron de lado el discurso polarizador y los vinculos partidistas

Mundo 03 de abril de 2021 Agencia Télam
Ecuador entra esta semana en la recta final de la campaña electoral, en la que los candidatos presidenciales al balotaje -el correísta Andrés Arauz y el conservador Guillermo Lasso- dejaron de lado el discurso polarizador y los vínculos partidistas e incorporaron propuestas más inclusivas para captar a los más de cuatro millones de ecuatorianos que votaron por otras opciones en la primera vuelta.
En la primera cita a las urnas, el pasado 7 de febrero, Arauz resultó ganador con 32,72% de los votos, insuficientes sin embargo para evitar el balotaje, mientras que Lasso fue segundo con 19,74%, seguido de muy cerca por el candidato indígena Yaku Pérez, apenas 35 décimas por debajo del banquero.
Unos resultados que demostraron no sólo un peor desempeño electoral frente a los comicios de 2017 -estos dos movimientos perdieron entre seis y ocho puntos-, sino también un cierto hastío al relato de la grieta entre correístas y anticorreístas empleado por ambos aspirantes.
De ahí que más de un tercio de los votantes se inclinará por las candidaturas de Pérez y del líder de Izquierda Democrática (ID), Xavier Hervas (cuarto con 15,68% de los sufragios), que fueron las sorpresas del escrutinio y encarnaron la alternativa frente al clivaje.
Con iniciativas más abarcadoras y dominio de las redes sociales, estas dos opciones lograron reunir los votos de las mujeres, los ambientalistas, los indígenas, las minorías y los jóvenes.
Estos sectores, que marcaron la diferencia en la primera vuelta, son ahora codiciados y flirteados por los candidatos al balotaje.
El éxito de la estrategia inclusiva abanderada tanto por el partido indígena Pachakutik (PK) como por ID se vio también reflejado en los escaños ganados en Asamblea Nacional, donde se alzaron como la segunda y la tercera fuerza, respectivamente.
Por ello, Arauz y Lasso no sólo buscan captar a sus votantes, sino también consensuar agendas para garantizar la gobernabilidad del futuro Ejecutivo.
No obstante, la tarea se anuncia complicada.
"No fío ni confío en ninguno de los dos candidatos", dijo a Télam Pérez, quien denuncia un supuesto fraude orquestado entre la derecha y el expresidente Rafael Correa para dejarlo fuera del balotaje.
Su movimiento instó a sus electores a votar nulo en la segunda vuelta para no respaldar a los "responsables del fraude" y escribir en la boleta "Yaku presidente" o "Yo voté por Yaku".
Si bien los últimos sondeos anuncian un incremento de este voto en la segunda vuelta, que podría alcanzar hasta un 25% según la consultora Perfiles de Opinión, es poco probable que supere más de la mitad del total de sufragios necesarios para anular la elección, tal como busca PK.
Históricamente, el voto nulo nunca superó el 12% en las presidenciales ecuatorianas.
En tanto, ID decidió oficialmente no apoyar ninguna candidatura para la segunda vuelta, pero Hervas anunció que votará a Lasso, a quien pidió revisar sus propuestas para encontrar puntos comunes.
También manifestaron su apoyo al banquero los excandidatos Guillermo Celi, Gustavo Larrea, César Montúfar, Lucio Gutiérrez y Pedro Freire, quienes en conjunto obtuvieron 531.776 votos en la primera vuelta.
Para despegarse de las estructuras partidistas, tanto Arauz como Lasso rediseñaron su imagen de cara al balotaje.
Arauz se deshizo del Correa en cartón que lo acompañó durante la campaña a la primera vuelta, mientras que Lasso busca desvincularse de la derecha y habla de "encontrarse para lograrlo", como reza su eslogan.
Frente al discurso polarizador, los aspirantes adoptaron mensajes más incluyentes y abrieron el espectro de sus propuestas para captar a los votantes de Pérez y Hervas, lo que dio un lugar destacado en sus agendas a temas de género, medioambiente y ampliación de derechos, entre otros.
También hicieron acercamientos a la comunidad indígena, que encabezó las protestas contra el Gobierno de Lenín Moreno en octubre de 2019, con visitas en el terreno y guiños en las redes: Lasso publicó un video de campaña en quechua, mientras que Arauz celebró el año nuevo andino en Twitter.
Ambos tomaron nota, asimismo, del éxito de la campaña digital de Hervas y contrataron a miembros de su equipo de campaña para la segunda vuelta.
Así, Lasso terminó estrenándose en la red social TikTok, si bien meses atrás lo había descartado.
Durante la campaña al balotaje, el candidato conservador no solo busca deshacerse de su imagen de banquero de derecha, al emplear un lenguaje más emocional y directo para llegar a sus electores, sino que trata de sintonizar con los códigos de los votantes más proclives a votar por su propuesta.
Arauz, en tanto, intenta despegarse de su mentor político para construir su propia imagen, con el desafío de vincular a mayores sectores indígenas, progresistas y productivos, además de una posición a favor de los derechos sexuales y reproductivos y la defensa de la naturaleza.
La campaña tampoco estuvo exenta de ataques, sobre todo durante el caldeado debate televisivo entre los dos candidatos, con chicanas casi diarias en las redes sociales hacia uno y otro lado.
De momento, las encuestas dan cuenta de un reñido escenario: mientras cinco dan como vencedor al candidato correísta con una ventaja de entre dos décimas y siete puntos, otras cuatro reflejan un triunfo del conservador con una diferencia de entre 1,8 y cuatro puntos. Todos estos sondeos tienen un margen de error que oscila entre el 1,35 y 2,6%.
El próximo 11 de abril serán los ecuatorianos quienes definan la contienda en las urnas.
(Télam)
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