ANSA/ Argentina: Mision del FMI, reestructurar deuda es el eje

BUENOS AIRES, 12 FEB - Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó este miércoles a Buenos Aires para revisar las cuentas públicas de Argentina y dialogar con funcionarios, empresarios y analistas financieros, con vistas a renegociar la deuda externa del país.
Argentina debe al FMI 44 mil millones de dólares, producto de un acuerdo con el anterior presidente, el conservador Mauricio Macri.
La administración del actual mandatario, el peronista de centro izquierda Alberto Fernández, no pretende una quita de la deuda, pero sí reducción de los intereses y extensión de los plazos de pago.
De hecho Fernández acaba de realizar una gira europea para sumar respaldos a su idea de reestructuración de la deuda y logró apoyos del Vaticano, Italia, Alemania, Francia y España, y hasta el presidente estadounidense Donald Trump dijo que brindará su guiño.
Este mismo miércoles, en coincidencia con el arribo de los emisarios del Fondo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, explicaba ante la Cámara de Diputados el proceso de reestructuración de la deuda pública que lleva adelante, no sólo con el FMI, sino también con los privados.
La delegación del FMI esta presidida por el encargado del Caso Argentino, el venezolano Luis Cubeddu, quien ya desempeñó ese mismo cargo en 2002, cuando el gobierno argentino renegoció la deuda bajo la presidencia del fallecido Néstor Kirchner.
Los enviados permanecerán una semana en Buenos Aires, hasta el próximo miércoles, recabando información.
El auditor regional del FMI, Alejandro Werner, explicó a fines de enero último que "la misión se enfocará en cooperar con las autoridades argentinas en términos de entender el marco de política económica y poder hacer nuestras proyecciones sobre el país, al entender mejor las medidas que se están tomando para mejorar la situación de la pobreza y reactivar la economía".
El Fondo no incluyó a la Argentina en su reporte económico mundial difundido a fines de enero hasta realizar un "pronóstico más certero", teniendo en cuenta que el Gobierno está en su etapa inicial, dijo Werner.
En base a esto, el FMI mantuvo tal como estaban en octubre último las proyecciones del país, cuando estimó una caída de 1,3% del Producto Interno Bruto (PBI) para 2020 y un repunte de 1,4% en 2021.
Guzmán se entrevistó la semana pasada en Roma con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y al término del encuentro el ministro dijo que intercambiaron "opiniones sobre el programa económico en marcha, distinguiendo entre medidas para lidiar con la situación actual de emergencia económica, y aquellas para solucionar problemas estructurales de la economía".
Ayer, antes de que arribe la misión del FMI, el Gobierno dio un gran giro en su estrategia con los acreedores privados y decidió endurecer su postura, antes de lanzar la reestructuración de la deuda externa pública.
Argentina pospuso el martes el pago de capital del bono AF20 que vence mañana los grandes tenedores.
Un duro comunicado del gobierno dijo que el país "no será rehén" de los deseos de los mercados internacionales.
Una clara señala de que la negociación que se abre con los acreedores será "a capa y espada", como dijo hoy un funcionario.
Lo que más se acerca a las intenciones de Argentina es el es el "Servicio Ampliado del FMI" (EFF, por sus siglas en inglés) de un plazo máximo de 4 años o su variante, el "Servicio de Crédito Ampliado" (en inglés, ECF), de un plazo máximo de 5 años, pero limitado a países de bajos ingresos, categoría en la que no entra la Argentina y cuyo uso sería muy resistido por el directorio.
Según expertos, la mejor oferta que se espera del Fondo sería un nuevo stand-by, de hasta 3 años de plazo (calzando desembolsos con los vencimientos de 2021 a 2023 y estableciendo re-pagos de 2024 a 2026) o un EFF que aparee desembolsos con vencimientos y estipule un calendario de repago de 2024 a 2027.
La Argentina es por buen margen el principal deudor del Fondo, seguido por Egipto, Ucrania, Pakistán y Grecia.
Entre esos cinco se acumula más del 77% de la cartera de deudores del organismo, aunque sólo el 10% de su capacidad total para otorgar préstamos.
(ANSA).