Viruela del mono: 4 claves para entender la enfermedad y prevenirse

“Necesitamos actuar con rapidez y decisión, pero aún queda mucho por aprender”, aseguró Anne Rimoin, epidemióloga que ha estudiado la viruela del simio en la República Democrática del Congo durante más de un año.

D-Interés 04 de junio de 2022 Redaccion GLP
El avance de la viruela del mono tiene en alerta a la comunidad científica y médica a nivel mundial. Ya se confirmaron más de 400 casos en al menos 22 países, incluido Argentina.

“Necesitamos actuar con rapidez y decisión, pero aún queda mucho por aprender”, aseguró Anne Rimoin, epidemióloga de la Universidad de California en Los Ángeles, que ha estudiado la viruela del simio en la República Democrática del Congo durante más de un año.
España y el Reino Unido encabezan el ranking con los brotes más grandes jamás registrado fuera de África, enfermedad donde es endémica desde hace 50 años.

En este contexto, los especialistas brindaron cuatro claves para conocer más de esta enfermedad:

1-Los investigadores han secuenciado genomas virales recolectados de personas con viruela del simio en países distintos países del mundo obteniendo como información que cada una de las secuencias se parece mucho a la de una cepa de viruela del mono que se encuentra en África occidental.

La cepa es menos letal (tiene una tasa de mortalidad inferior al 1 % en las poblaciones rurales pobres) que otra que se ha detectado en África central y tiene una tasa de mortalidad de hasta el 10%.

También han surgido pistas sobre cómo podría haber comenzado el brote. “La explicación más simple es que la persona que tuvo el primer caso no africano este año, que aún no ha sido identificado, se infectó a través del contacto con un animal o un ser humano portador del virus mientras visitaba una parte similar de África”, aseguró Bernie Moss, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas en Bethesda, Maryland.

Sin embargo, Gustavo Palacios, virólogo de la Escuela de Medicina Icahn de Nueva York, sostuvo que es posible que el virus ya estuviera circulando, sin ser detectado, fuera de África en humanos o animales.



2- Los investigadores trabajan incansablemente para caracterizar con precisión qué genes son responsables de la mayor virulencia y transmisibilidad de la cepa de África central.

“El genoma de la viruela del simio es enorme en comparación con el de muchos otros virus: es más de seis veces más grande que el genoma del coronavirus SARS-CoV-2. Eso significa que son al menos seis veces más difíciles de analizar”, afirmó Rachel Roper, viróloga de la Universidad de Carolina del Este en Greenville, Carolina del Norte.

“Para entender cómo evoluciona el virus, también sería útil secuenciar el virus en animales”, sostuvo Ifedayo Adetifa, director del Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria, ya que se sabe que el virus infecta a los animales, principalmente roedores como ardillas y ratas, pero los científicos aún tienen que descubrir su reservorio animal natural en las áreas afectadas de África.

3- Desde que comenzaron los brotes actuales algunos gobiernos adquirieron vacunas contra la viruela humana, que se cree que son altamente efectivas contra la viruela del simio si se administran dentro de los cuatro días posteriores a la exposición debido al largo período de incubación del virus.

“Podría valer la pena considerar vacunar a los grupos con mayor riesgo de infección además de los contactos cercanos de las personas infectadas”, sostuvo Andrea McCollum, epidemióloga que dirige el equipo de poxvirus de los Centros de Enfermedades de EE. UU. Control y Prevención (CDC) en Atlanta, Georgia.



4- Según Associated Press, especialistas han estado examinando la actividad sexual en España y Bélgica como impulsores de la transmisión de la viruela del mono, según, lo que genera especulaciones de que el virus ha evolucionado para volverse más hábil en la transmisión sexual.

Sin embargo, los casos relacionados con la actividad sexual no significan que el virus sea más contagioso o se transmita sexualmente, solo que el virus se propaga fácilmente a través del contacto cercano.

“A diferencia del SARS-CoV-2, que no se cree que permanezca mucho en las superficies, la viruela del mono puede sobrevivir durante mucho tiempo fuera del cuerpo, lo que hace que las superficies como las sábanas y los picaportes de las puertas sean un vector potencial de transmisión”, aclaró Rachel Roper, viróloga de la Universidad de Carolina del Este en Greenville, Carolina del Norte.
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