¡Cuidado! Así pueden robar los datos de tu cuenta bancaria: Mirá una estafa grabada en tiempo real

Desde el inicio de la pandemia, el consecuente aislamiento y la digitalización de las actividades cotidianas, las denuncias por estafas telefónicas o a través de internet se convirtieron en moneda corriente.

Una de las tantas modalidades que utilizan los delincuentes es la de hacerse pasar por operadores del servicio al cliente de alguna empresa famosa, para ofrecer beneficios a los usuarios o clientes y acceder de esta manera a los datos de sus cuentas bancarias.

Se conoce como vishing, una técnica de fraude y manipulación en la cual el atacante se comunica con la víctima, por teléfono o mensaje de voz, haciéndose pasar por alguien más para hacer que revelen información personal confidencial.

Uno de estos robos a distancia quedó recientemente registrado, aunque por suerte no llegó a concretarse.

Lo grabaron en vivo y en directo vecinos de la ciudad santacruceña El Calafate, quienes dieron aviso inmediatamente a las autoridades compartiendo a la prensa y en redes sociales el material para alertar a otras personas.

Pablo recibió una llamada sospechosa de un número con característica de Buenos Aires. Atendió y enseguida reconoció que la mujer tenía la intención de cometer una estafa.

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Lejos de cortar le pidió a otra persona que estaba con él, que grabara la situación y le siguió la corriente a la joven detrás del teléfono. El motivo de la llamada era anunciarle que el teléfono de atención al cliente de su tarjeta de crédito había cambiado.

Le pasaron dos números nuevos, y le comenzaron a pedir datos de alguna de sus tarjetas. Aunque la operadora parecía estar desempeñando un trabajo normal, por momentos dejaba entrever su falta profesionalismo.

El vecino les dio un número cualquiera, tras lo cual otro hombre haciéndose pasar por supervisor de la empleada quiso “confirmar” los datos aportados.

Antes de cortar la comunicación, Pablo le lanzó: “Yo te hago una sola pregunta, ¿no les da vergüenza estar haciendo esto?”. “¿Cómo?”, le respondió el delincuente, atónito. “Imaginate que agarrás a un viejito y le sacas lo último que tiene  de ahorro”, le retrucó antes de que cortaran la comunicación.