Una realidad que se muestra un poco a medias en el reality Coders

En el reality show "" participaron 70.

D-Interés 18 de julio de 2022 Agencia Télam
(Por Agustín Argento) En el reality show "" participaron 70.000 programadores de América Latina, en una competencia que si bien tiene cercanías con las realidad, deja de lado tareas del quehacer cotidiano en el desarrollo de sistemas, algo que se puede ver en la serie en Amazon Prime Video.
La entrega ofrece adentrarse en el mundo de la programación; de cómo un desarrollador trabaja; de "quién" es el que está detrás de la tecnología que usa la humanidad, desde el celular y la tablet, hasta la heladera y la televisión inteligentes. Para ello, se hizo base en la Maratón Behind the Code que IBM lanzó en 2020 para América Latina y en la que se filmó la intimidad del trabajo de los desarrolladores.
"La competencia estaba abierta a todo el mundo y recibieron la oportunidad de competir y de una capacitación. La selección se daba por cuán bueno fue tu desarrollo. Todos los ejercicios estaban orientados a predecir. Había que crear una solución para eso y el sistema lo medía. Así se armaron los rankings", dijo a Télam Bruno Volcovinsky, uno de los participantes.
Volcovinsky llegó a la convocatoria por medio de las redes sociales y por su espíritu competitivo. Además, estudia Ingeniería en Sistemas y está por continuar su capacitación en Lisboa, lo cual ya le daba una "ayuda" al momento de ingresar a la competencia.
"La competencia fue individual. Uno se inscribía como persona y así seguía hasta el final. Pero IBM armó un sistema de chat, en el cual se formó una especia de comunidad y se vio mucho compañerismo", explicó Volcovinsky. Y este es uno de los puntos que alejan de la realidad el trabajo del programador, que, por lo general, conforma equipos de trabajos que colaboran y sacan los proyectos adelante.
"La relación con la producción del programa era como la que se tiene con un cliente -dijo, por su parte, Melquis Ferrer, venezolano residente en Argentina-. Cuando uno enfrenta los desafíos, uno se mete dentro del problema. Por ejemplo, si el tema es predecir lluvias, hay que buscar de dónde se sacan los datos y cómo usarlos. Luego, buscar el resultado".
Ferrer explicó otra de las diferencias que existió entre lo que se pedía en la serie y lo que sucede en la realidad: "Acá no se mide cuán escalable es el código. La efectividad que se buscaba eran con datos muy acotados, por lo tanto no se podía evaluar al código pensando en cómo se va a mantener (correcciones a futuro del mismo u otros desarrolladores). Estamos hablando de un volumen muy grande de programadores y buscar cómo están construidas las clases o las funciones hubiera sido más complicado".
"El sistema creado para armar el ranking evaluaba únicamente la calidad de la respuesta. Esto funciona así: hay un conjunto grande de datos, de eso, una parte nos daban para el entrenamiento y después hay un pedazo de datos que no conocíamos, pero que lo usaban para saber cuán cerca estábamos del resultado. Pero no evaluaba si era escalable, el mantenimiento o lo limpio que era, por ejemplo", acotó Volcovinsky.
Con la conducción de la actriz Bianca Comparato, la producción del programa viajó desde Argentina hasta México entrevistando a diversos programadores de variadas edades. Se puede ver a jóvenes de clase medio o media alta de Colombia con desarrolladores de barrios pobres de Brasil. Tanto Volcovisnky como Ferrer, que es licenciado en Computación, destacaron que no era necesario tener experiencia previa para ingresar a la Maratón.
A lo largo de la serie también se puede ver la intimidad de los participantes, con el objetivo principal de humanizar a quiénes están detrás del código, o "coders". usando el término en inglés. El conocer tecnologías previas, si bien era una "ayuda", tampoco era fundamental porque aunque se presentaran participantes con gran experiencia en frontend (la parte visual de una aplicación), los que venían con conocimientos de backend (lo que se encuentra detrás de lo que se ve) llegaban con un poco más de ventaja.
"Todos los desafíos venían acompañados por una breve explicación de un especialista de IBM, con un resumen básico de cómo iniciar, que solía estar escrito en (lenguaje de programación) Python, pero cada uno podía elegir su propia tecnología. Al final del camino, el que era el más creativo era el que se avivaba y tenía mejores resultados", dijo Volcovinsky, especializado en cadena de bloques (block chain) y cuya herramienta principal es, justamente, Python, un lenguaje que hoy tomó un rumbo hacia el Machine Learning y la Big Data.
Ferrer, en tanto, llegaba a la Maratón con 12 años de trabajo como Full Stack (que trabaja tanto en back como en frontend) y experiencia en varios lenguajes como Java, Pascal, C, C++, PHP y Python, aunque pese a su extenso currículum, también encontró escollos: "Fue una dificultad no trabajar en equipo, algo que es lo común en sistemas. Era complicado para quiénes no veníamos del mundo de los datos y entonces había problemas para saber a quién preguntar o de dónde sacarlos".
Tanto para Ferrer como Volcovinsky el desafío fue muy estimulante y durante el mismo aprendieron bastante de programación. De hecho, para Ferrer el sólo hecho de haber participado, fue "muy positivo" por el conocimiento acumulado. Si bien este reality no abordó varios de los detalles, funcionales y fundamentales, que hacen a un "coder", se puede ver desde la impronta de "humanizar" a los programadores que los productores quisieron poner en un producto que, desde este costado, cumple con lo que promete. (Télam)
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