Presentan una version andina de Piazzolla en la reapertura de Tecnopolis

Una versión en clave andina de “Fuga y Misterio”, emblemática obra de Astor Piazzolla, creada por el aerofonista catamarqueño Juan Ignacio Molina, será unos de los momentos más esperados en la reapertura del predio de Tecnópolis en Villa Martelli, que se concretará el sábado y se extenderá hasta el 12 de diciembre.
La actividad, cruzada por un criterio federal, se destaca por su diversidad: en el plano de las novedades aparece el catamarqueño Molina en los escenarios musicales de Tecnópolis pero -a la vez- en la forma de un conversatorio en el que mostrará la original adaptación que hizo para cuarteto de quenas de “Fuga y Misterio”, aquella obra que apareció como uno de los segmentos de la operita “María de Buenos Aires”, en 1968, y en luego cobró entidad propia.
“La quena es un instrumento que brinda diferentes posibilidades. Y la reflexión será en torno a los mecanismos y metodología que requirió la adaptación, abordando lo tímbrico, la textura, la interpretación y la técnica. Es una forma de agradecimiento a la quena, que fue el instrumento que desde niño elegí, y que nos ofrece inmensos desarrollos musicales”, adelantó Molina en diálogo con Télam.
La versión del músico y docente catamarqueño, disponible en las plataformas digitales, impacta por su originalidad con un ensamble de una quena en Sol, otra en Fa, una en Do y una Mama-quena en Sol, todas interpretadas por Molina.
"Es la primera parte de un trabajo que comencé durante la pandemia para este instrumento milenario”, explicó el aerofonista.
La operita “María de Buenos Aires”, donde apareció la pieza, tuvo una rápida derivación en el disco “Pulsaciones”, que también la contenía. Luego tuvo una inesperada trascendencia como cortina musical del programa de Bernardo Neustadt (que llevaba por nombre “Tiempo nuevo”, perfectamente asimilable al universo piazzolleano). El trabajo de escritura de Molina devuelve a “Fuga y Misterio” a un terreno más grato.
Tecnópolis desplegará desde el sábado la muestra “Argentina Unida”, en el contexto de su décimo aniversario: se trata de un programa artístico pero también productivo de carácter federal con múltiples actividades.
Molina estará presente, a la vez, el sábado a las 14.30 durante un recorrido por el “Cancionero Popular Catamarqueño” y luego el domingo a las 14 volverá a escena en el Patio Federal del predio de Villa Martelli.
“Tecnópolis no sólo debe ser cuidado por el Estado sino también el público que lo visita. Cada engranaje de lo que allí ocurre tracciona para que los encuentros artísticos sucedan. Pienso en una Argentina pluricultural con oportunidades y este es un espacio donde el país puede encontrase. Hace falta construir más vínculos como Tecnópolis o CCK, que tengan las puertas abiertas a las provincias, y no sean espacios ganados por pocos”, expresó el músico.
También flautista y docente, Molina nació en Catamarca en 1897 y desde los 7 años estudio el lenguaje de los instrumentos aerófonos andinos.
Conforma un dúo desde 2006 con el guitarrista David Bajda y tiene una profusa actividad docente en la Argentina y el extranjero. Recientemente fue protagonista de otro hecho original: se encargó la dirección y grabación del Himno Nacional Argentino en el campo de Piedra Pómez a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, en la puna catamarqueña bajo la estructura musical de Orquesta Andina.
“Catamarca es sinónimo de la vidala, la zamba, la chaya y tiene un legado y cancionero muy rico que tiene que difundirse. Juan Alfonzo Carrizo, por mencionar un solo ejemplo, es un gran recopilador de la poesía oral de Catamarca y trabajó en cancioneros de las provincias andinas. Hoy tiene una escena musical con protagonistas de inmenso valor”, concluyó. (Télam)