Prejuicios y represion estatal para Un crimen comun en premier en Berlin

El filme argentino "Un crimen común", de Francisco Márquez, tendrá el miércoles su premier mundial en la sección Panorama del Festival de Cine de Berlín, lanzamiento internacional de un director que ya pasó por Cannes y que pone en pantalla los prejuicios y las dramáticas consecuencias que, dijo, “responden estructuralmente a la conservación de un sistema cruel y desigual”.
"En particular la que puede verse en la película responde a una lógica clasista y ahí sí, sin duda, la estigmatización es grave. Hasta no hace mucho teníamos una doctrina de seguridad que avalaba el gatillo fácil y, claro, los que sufrieron con esto fueron los sectores populares", explicó el realizador en una entrevista con Télam.
Cecilia (Elisa Carricajo) se encuentra una noche sola con su hijo en su casa. Se despierta en medio de una fuerte tormenta y con ruidos sobre la puerta. Allí está Kevin, el hijo de la mujer que limpia su casa y a quién apenas conoce.
Gritos, pasos y golpes escucha Cecilia desde el comedor, donde se esconde para que no la vea y tras lo cual Kevin desaparece. Al otro día, se entera que oficiales de Gendarmería lo habían detenido y tirado a un río, donde horas después aparece el cuerpo ante la furia de los vecinos del barrio que sienten tanta inseguridad por la delincuencia como por las fuerzas de seguridad.
"Parece entendible que Cecilia tenga miedo y, probablemente, muchos de nosotros también lo tendríamos. La ideología además de ser un conjunto de ideas entra en funcionamiento en las prácticas sociales. Cecilia es docente y seguramente pueda explicar cómo y por qué operan los prejuicios sobre un pibe como Kevin. Sin embargo, cuando lo ve esa noche, ese saber parece quedar obturado por otro que la atraviesa", sostuvo el realizador.
Esta temática desde diferentes ópticas atraviesa la filmografía de Márquez y su productora Pensar Con las Manos. Ya sea en la adaptación de la novela "La larga noche de Francisco Sanctis", en codirección con Andrea Testa y que pasó por Cannes, como en los filmes "Pibe Chorro", de Testa, o "Atenas", de César Gónzalez.
"Las fuerzas de seguridad no actúan en la ilegalidad autónomamente, tampoco es una excentricidad nacional. Puede haber reformas, como las que a veces se intentan, que pueden mejorar algunos aspectos parciales, pero en esencia creo que esto es estructural a la conservación de un sistema cruel y desigual", afirmó Márquez.
Télam: Se estigmatiza a quienes responden a determinados rasgos físicos o estéticos. ¿Creés que esto cada vez se acrecienta más o como sociedad estamos tomando consciencia de lo negativo que esto es?
Francisco Márquez: Según datos de la Correpi, en 2019 el Estado Argentino asesinó a una persona cada 19 horas. Más del 85% estaba en un calabozo o, simplemente, caminaba por un barrio. La mitad eran menores de 25 años y, sin duda, la gran mayoría era pobre. Estas políticas, sin duda, tuvieron el aval de una parte importante de la sociedad. El capitalismo que es un sistema que excluye del mundo laboral, del ocio, de la salud, de la educación a una parte importante de la población reproduce ideológicamente ese sistema de exclusión.
T: ¿Entonces por qué decidiste centrar la película en Cecilia y no tanto en el Estado?
FM: Al hacer una película uno puede abordarla desde infinidad de lugares. En este caso podría haber sido desde Cecilia o desde el Estado, pero también desde Kevin. En este caso elegí contarla desde Cecilia porque quería indagar en la distancia trágica entre la intelectualidad y los sectores populares.
T: A partir de su decisión Cecilia comienza a ver que lo que le pasó a Kevin le puede pasar a su hijo ¿Es en ese momento en el que las diferencias de clases quedan un poco opacadas por el poder del Estado?
FM: No creo que las diferencias de clase queden opacadas por el poder del Estado porque el Estado es de clase. Lo que siento es que Cecilia a partir de su acción/omisión empieza a experimentar el mundo de otra manera. Se enfrenta a algo horroroso e indecible. Pronunciarlo, hacerlo consciente, es poner en cuestión sus propias convicciones. Necesita ver todo de nuevo, también el vínculo con su hijo.
T: ¿Que el personaje se llame Kevin y que muera en manos de Gendarmería es una especie de homenaje o recordatorio de lo que pasó con Kevin en el barrio Zabaleta?
FM: Obviamente conozco lo que pasó con Kevin pero, al menos conscientemente, no pusimos el nombre del personaje por él. En ese caso es algo que hubiésemos hablado con la familia. Lamentablemente hay tantos casos que varios nombres podrían ser entendidos como homenajes: Facundo, Luciano, Ezequiel, Miguel, Santiago y tantos otros asesinados por las fuerzas policiales. Cuando pensamos en la película pensamos en todos ellos. (Télam)