Mark Millar: La gente necesita fantasia porque las noticias reales son demasiado espeluznantes

El guionista escoces Mark Millar, nombre clave de la renovacion que tuvo en las ultimas decadas el comic como formato literario y el de los superheroes como genero, y que el viernes estrenara en Netflix la serie “El legado de Jupiter”, afirmo a

D-Interés 04 de mayo de 2021 Agencia Télam
El guionista escocés Mark Millar, nombre clave de la renovación que tuvo en las últimas décadas el cómic como formato literario y el de los superhéroes como género, y que el viernes estrenará en Netflix la serie “El legado de Júpiter”, afirmó a Télam que creía que el éxito de los justicieros de capa y capucha se debía a que “la gente necesita fantasía porque las noticias reales son demasiado espeluznantes”.
La serie del autor de títulos ya clásicos como “Kick-Ass”, “Wanted” y “Kingsman” -todos los cuales tuvieron ya sus adaptaciones cinematográficas- propone a la vez un homenaje y un desmarque de las novelas gráficas de superhéroes clásicos.
Es que tanto en el cómic de Millar y Frank Quitely -que vio la luz por primera vez en 2013- como en esta versión para la plataforma de streaming la premisa arquetípica de un grupo de hombres y mujeres con superhabilidades unidos contra el mal, con trajes de colores y estrictos códigos de conducta incluidos, son en realidad el punto de partida para un debate ético sobre la responsabilidad de los poderosos.
“Esa discusión me parece mucho más interesante que los superhéroes luchando contra los malos”, argumentó Millar sobre la polémica que se desata entre Sheldon Sampson/The Utopian (Josh Duhamel), líder de La Unión y el más poderoso de los héroes veteranos, y la generación de sus hijos, que heredaron los poderes pero no ven el mundo ni su función de la misma manera que sus progenitores.
Con este dilema sin resolver, durante los ocho episodios de la primera temporada de “El legado…”, y tras dedicar casi un siglo a proteger a la humanidad a su manera, la primera generación de superhéroes debe pasareltestigo a sus hijos.
Con un elenco integrado también por Leslie Bibb, Ben Daniels, Elena Kampouris, Andrew Horton, Mike Wade, y Matt Lanter, la serie forma parte del acuerdo multimillonario de Netflix con Millarworld, la compañía que Millar fundó en 2004 tras una larga trayectoria poniendo la pluma al servicio de DC y Marvel para, tal vez como sus personajes, proponer el siguiente paso en los cómics de superhéroes.
Télam: En la primera escena de la serie alguien repite aquella famosa línea de “Spider-Man”, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. ¿Fue un clásico como ese el que te inspiró para "El legado..."?
Mark Millar: Amo una escena de pelea, y de hecho lo que hago suele estar cargado de acción, pero para mí lo más interesante de los superhéroes es esa cosa que yo no había visto antes, que es el debate “¿es responsabilidad de los superhéroes mantener el statu quo o éticamente deberían revertirlo porque desde su lugar ven las injusticias?”. Ellos pueden ver que hay gente que muere de hambre en el mundo, el cambio climático, torturas, terrorismo. Los cómics que leía cuando era chico ignoraban eso, y se concentraban en atrapar ladrones de bancos y luchar contra los supervillanos. ¿Es ese un desperdicio de sus superpoderes? De eso trata la serie; estos tipos que recibieron increíbles poderes por una entidad divina en 1929 para cambiar el mundo y no cambió nada. Las nuevas generaciones de superhéroes comienzan a inquietarse, piensan que podrían cambiar las cosas, pero que eso significaría quitarle a la humanidad su libre albedrío.
T: ¿Por qué querías poner en el centro de la trama este conflicto generacional, este drama de padres e hijos?
MM: Alguna persona me preguntó de dónde había sacado las ideas para los poderes de los personajes, y la verdad que ni pensé en eso cuando estaba creando esto. Sabía que quería crear una historia acerca de unos padres que estuvieran a cargo, unos hijos que estuvieran inquietos con la situación y un tío que estuviera comiéndoles la cabeza a esos jóvenes a espaldas de los demás. Tenía esas personalidades en mente, muy al estilo shakesperiano. La parte de los superhéroes es muy divertida pero no la más importante, sino la dinámica familiar, que es la parte con la que cualquiera puede identificarse.
T: ¿Imaginaste alguna vez cuando comenzabas en este negocio que las historias de superhéroes serían “mainstream”?
MM: ¡Era mi sueño! Cuando tenía 7 años, todo los chicos de mi clase estaba interesados en los superhéroes. Cuando tenía 8 o 9 me di cuenta que era el único que todavía amaba esto, y cuando tenía 12 o 13 me dije “mejor mantengo esto en secreto”, porque se iban burlar de mí (risas). Y luego algo asombroso pasó, que es que el mundo entero se enamoró de lo que nosotros amábamos. Gente que cuando yo tenía 10 me decía que dejara de leer cómics ahora están obsesionados con ellos y se ven todas las películas.
T: ¿Qué cambió?
MM: Número uno, la tecnología por fin se puso al día con los superpoderes; si hubieras intentado hacer “Avengers: Endgame” en 1969 hubiera lucido horrible, pero ahora se puede hacer cualquier cosa.
Otro factor es que toda la gente que creció leyendo los cómics en los 80 son los que ahora están a cargo de los estudios. Los fans estamos a cargo, ocupamos ahora esas sillas y podemos tomar las decisiones.
Las otras dos cosas: por un lado, creo que no es coincidencia que se haya dado después del 11 de septiembre de 2001, que fue un gigantesco trauma psicológico a nivel cultural para EE.UU. La gente necesita fantasía porque las noticias reales son demasiado espeluznantes.
Y finalmente, está el factor económico, porque antes las películas de superhéroes promediaban 400 o 500 millones de dólares de recaudación y ahora promedian los 1.000 millones.
T: ¿Cuál creés que es el futuro del género?
MM: Cada año se vuelve un poco más interesante, está yendo en las direcciones más increíbles. La competencia es feroz y los guionistas tenemos que estar a la altura del desafío. Lo que intento hacer con “El legado de Júpiter” es el tipo de cosas que puede hacer Marvel o DC, pero sin los compromisos financieros que te fuerzan a seguir con una subtrama o un personaje. Nosotros podemos volvernos locos si queremos, podemos ir al estilo de “Game of Thrones” y matar a todos los personajes. (Télam)
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