Mariano Stolkiner revisita a Ricardo III para hablar del poder actual

Mariano Stolkiner es el director de "El año de Ricardo", de Angelica Liddell, una vision de "Ricardo III", de William Shakespeare, que con actuaciones de Horacio Marassi, Alejandro Vizzotti y Magdalena Huberman, se presenta en forma presencial y con

D-Interés 24 de enero de 2021 Agencia Télam
Mariano Stolkiner es el director de "El año de Ricardo", de Angélica Liddell, una visión de "Ricardo III", de William Shakespeare, que con actuaciones de Horacio Marassi, Alejandro Vizzotti y Magdalena Huberman, se presenta en forma presencial y con protocolos en la sala El Extranjero.
"La figura de Ricardo III inspira muchas versiones por la cantidad de capas que tiene para ser analizado -apuntó Stolkiner en diálogo con Télam-. El personaje es un tirano, un villano con todas las letras; sin embargo y al mismo tiempo pareciera contener algunos elementos tendientes a ponerle razón a esa condición de maldad, donde aparecen la deformidad, el rechazo sufrido por su propia familia, el desamor".
El también actor y director artístico de la sala sita en Valentín Gómez 3380 donde "El año de Ricardo" sube a escena los jueves y sábados a las 20.30 con entradas disponibles en www.teatroelextranjero.com o en www.alternativatetral.com, consideró que el personaje que protagoniza la historia "es una figura compleja, capaz de despertar tanto odio como compasión".

Télam: En esa dualidad está su atractivo.
Mariano Stolkiner: Además cuenta con una virtud basada en su inteligencia, puede lograr ser argumental convincente, lo cual lo torna aún más peligroso, ya no solo por la maldad que podría ejercer sobre los otros, sino por la maldad capaz de desnudar en nosotros mismos.
T: ¿En qué se diferencia la versión de la dramaturga Angélica Liddell?
MS: Lo que hace Liddell es traerlo a nuestra actualidad. Una forma de poner de relieve las nuevas figuras tiránicas y su posibilidad de ascenso al poder a través de las grietas que deja el propio sistema democrático. Pero no hace una reescritura de la trama completa de la obra, si no que toma la anécdota, la síntesis argumental si se quiere, para escribir una obra nueva; si bien guarda puntos de contacto con la figura de Ricardo yo diría que más que una versión es un texto original.
T: ¿Por qué esa ubicación temporal en "El año..."?
MS: Toma un año en el ascenso de Ricardo al poder, desde que se constituye en su decisión de acceder al mismo hasta la caída final. Además marca el tiempo del deterioro físico que sufre el personaje debido a la enfermedad que lo aqueja.
T: Así que los vínculos con la actualidad son evidentes.
MS: Directos. La obra habla del poder actual, de la forma en que ese poder se constituye, sobre sus propósitos, pero sin dejar de invitar al análisis respecto de las conductas que asumimos como ciudadanos en torno a las responsabilidades que nos competen.
T: ¿Por qué pensás que Shakespeare es siempre tan maleable?
MS: Antes que nada por la calidad de su prosa, sumamente inspiradora, y en todos los sentidos es el autor más generoso de nuestro historial dramático. Después porque trata temas que hacen a la esencia del ser humano, el amor, la guerra, la muerte, el poder, todos tópicos presentes en nuestras vidas, atravesando transculturalmente sociedades, tiempos y geografías.
T: ¿Cómo se construyó el personaje y por qué la autora redujo a tres sus criaturas?
MS: El trabajo con Horacio Marassi fue muy cuidadoso en términos de ubicar las diferentes capas que propone el personaje; nos llevó mucho tiempo de investigación. Ricardo tiene una fuerza ultrapoderosa, así que en el transcurrir de los ensayos nos dimos cuenta de que el verdadero desafío no estaba en salir a construirlo sino en dejarlo entrar. Hay una suerte de fantasma alrededor de estos personajes que cuando se les da el lugar vienen y atrapan la escena. Por eso fue que preferimos concentrarnos en el decir propuesto por Liddell más que en la caracterización; esto último se fue organizando de una manera más natural. En realidad son dos y no tres los personajes propuestos por la autora, Ricardo y su compañero Catsby, interpretado por Alejandro Vizzotti. El tercer personaje se instala como procedimiento de puesta, un dispositivo que interviene a lo largo de toda la obra. Está presente en el texto de Liddell pero no bajo la figura de un personaje sino como instrumento dramático. Lo que hicimos nosotros fue evidenciarlo y presentarlo en escena bajo la voz de una actriz-cantante, en este caso la maravillosa Magdalena Huberman.
T: Si hubiera que asignarle un "color" a tu puesta, ¿cuál sería?
MS: El plateado. Un color frío, pulcro y que genera fascinación, como un espejismo.
T: ¿Cuál es el papel del sonido y la música en "El año..."?
MS: Fundamental, ya que la obra en sí misma está presentada como una suerte de karaoke, donde el discurso tiránico toma sentido en la reiteración de un discurso ya conocido. Una suerte de música presente en la historia de la humanidad, con características propias muy definidas a las que cada tanto una nueva humanidad le pone su voz propia, sin dejar de ser en sí mismo la representación de un sistema ya dado.
T: ¿Cuál es tu "parentesco" o identificación con el personaje "Meursault" de Albert Camus?
MS: El nombre de nuestra compañía está tomado de la novela de Camus, así como nuestro teatro se llama El Extranjero, representando en esa elección todo lo que trae consigo en sus aspectos filosóficos la novela. Nuestra compañía intenta recrear a través de sus puestas lo que representa ese balcón en el cual "Arthur Meursault" se instala los domingos para pasar el día mientras observa bajo el reflejo de su mirada, siempre distante, suceder al mundo que lo rodea. (Télam)
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