Mariano "Manza" Esaín, gestor creativo de la solida banda Valle de Muñecas, se presentará en formato solista el próximo sábado en el Auditorio Belgrano, en el marco de Acústicos en el Jardín, ciclo que se organizará con entrada libre y gratuita hasta febrero.

Durante el encuentro que comenzará el 26 a las 22 en la sala de Virrey Loreto 2348, el también letrista y compositor recorrerá las canciones con las que fue construyendo su brillante trayectoria desde su irrupción en el circuito musical con Martes Menta y Menos que Cero en los 90.

La segunda fecha del músico y también productor será el viernes 22 de febrero a las 20 junto a Valle de Muñecas, banda que conforma desde 2008 con su hermano Luciano, Mariano López Gringauz y Fernando Blanco, en la sala Niceto Club, de Niceto Vega 5510.

"Manza" se define como un "nerd" y un apasionado de lo que hace aunque afirma que a veces envidia "esos lugares a los que llega la gente sin conocimiento, la inocencia amateur a la hora de hacer las cosas", pero él también tiene esa inocencia y no deja de sorprender con sus proyectos.

- Télam: ¿Qué diferencias se plantean cuando estás solo sobre el escenario?

- "Manza" Esaín: Las canciones lucen de una manera distinta y permiten hacer otras cosas. En la banda, el énfasis está en la producción, arreglos y adrenalina del momento, y cuando uno toca solo se centra en el carácter intimista y en la letra. Las canciones que toco tienen implícitas la adrenalina de Valle y el carácter intimista; me permiten jugar.

- T: ¿Cómo darse cuenta cuál es la canción indicada para tocar?

- ME: Cuando uno toca la canción desnuda no importa el arreglo ni la producción, es sólo el esqueleto y si es bueno, uno podría producir y tocarla de mil maneras y la canción va a seguir siendo buena. Para mí es algo completamente intuitivo. Podría decir un montón de reglas pero también hay canciones que las desafían, que tienen lindas letras o estribillos y que giran en torno de una sola nota. Más allá de mi agnosticismo quiero pensar que hay una cuota de magia en la creación de la canción.

- T: Tocar solo era una idea que tenías desde que se disolvió Menos que Cero, en 2002 ¿qué pasó?

- ME: Sí. Era la idea original de Valle pero cuando nos juntamos en la sala sonamos como una banda. En general, en los discos de solistas la voz, la melodía y la letra son más importantes que lo que toca la banda, donde hay un trabajo colectivo y el sonido se gana después de mucho tiempo. Por ejemplo, se me ocurre una canción con un sonido y arreglo, llego a la sala y los chicos tratan de interpretar lo que tengo en la cabeza, a veces funciona y si no probamos otra cosa, a veces lo interpretan de una manera diferente y me encanta, ese es el trabajo de interacción que se da dentro de una banda.

- T: ¿Por qué decidiste darte ese tiempo ahora?

- ME: Cada tanto hacia shows pero el año pasado decidí decir que sí a muchas más invitaciones. Había lugares donde llevar la banda era complicado por la estructura y empecé a encontrarle el gusto a tocar solo. Tengo cabeza de productor y arreglador, y para mí las versiones que siempre quise que escuche la gente fueron las que están en los discos, pero tocando solo me di cuenta de que apreciaban meterse más en las letras y de que yo también le daba otro carácter.

- T: ¿Estás componiendo para el nuevo proyecto?

- ME: Estoy preparando unos demos de algo que sospecho irá a parar a lo nuevo de Valle y tal vez haya algo que haga solo. No tiene mucha forma aún, siempre tuve el impulso de que todo lo que componía fuera para Valle o para Menos Que Cero. No soy un compositor que tenga muchas variantes de canción, lo que puedo llegar a cambiar es la forma de producirla o vestirla, pero esta vez tengo algunas canciones que no sé si a Valle le quedarían bien. (Télam)