Los musicalizadores Couto y Nijensohn se reencontraron para celebrar un ciclo radial de culto

Fabian Couto y Dany Nijensohn, con un largo recorrido compartido que comenzo en los años ochentas en la historica disqueria El Agujerito, celebraron anoche con un intercambio musical el legado de "Acariciando el filo de la noche", el programa radial

D-Interés 24 de septiembre de 2021 Agencia Télam
Fabián Couto y Dany Nijensohn, con un largo recorrido compartido que comenzó en los años ochentas en la histórica disquería El Agujerito, celebraron anoche con un intercambio musical el legado de "Acariciando el filo de la noche", el programa radial de culto de Radio Supernova donde ambos compartían al aire su exquisita melomanía.
El encuentro de los musicalizadores -que tuvo lugar en la terraza de Niceto Bar en el barrio porteño de Palermo- cumplió con la premisa de hacer sonar música que "parece que tenés en la punta de la lengua, que pensás que sabés qué es lo que estás escuchando, aunque no la hayas escuchado nunca", sostuvo Couto, en diálogo con Télam, sobre el repertorio en clave de "deja vú" que eligieron para animar la noche.
Para ilustrar la invitación, ambos eligieron una foto de archivo tomada hace dos décadas por la reconocida Nora Lezano y en la que se lucen con una polera negra con el cuello tapando sus rostros, un registro que cobra una nueva dimensión en tiempos de tapa bocas y cuidados personales: "Lo loco es que cuando las hicimos le dije que nos pusiéramos las poleras como si fuéramos beduinos que nos tapamos la cara. Y hoy parece muy actual porque parecen barbijos".
El registro fotográfico, pensado originalmente para acompañar la difusión callejera de la radio Supernova, donde Couto -manager de rock, productor discográfico, hombre de radio y periodista gastronómico- animaba como conductor y Nijensohn como dj oficial.
"Tenemos una conexión musical que va más allá del tiempo: Dany era mi jefe en El Agujerito, en la Galería del Este, donde tuve mi primer trabajo a los 17 años. Él era el disc-jockey de moda de cierta gente y elite de Buenos Aires, del arte, la moda y de tantas fiestas privadas. Empecé siendo su asistente, le llevaba los discos y cuando capaz se iba a comer una torta, me dejaba pasar cuatro o cinco temas. Así empezamos", agregó.
Para sumarle una cuota de mística al encuentro, ambos se comprometieron con la celebración de anoche sin ser conscientes de que, además, esta semana se cumplía un nuevo aniversario del cierre de la disquera por la que forjaron una amistad y una alianza musical que sigue vigente.
Después de aquellos años, ambos se reencontraron en el aire de "Acariciando el filo de la noche", pero desde entonces no habían vuelto a poner música juntos hasta ayer: "Terminó Supernova y fue la última vez que estuvimos juntos en un estudio. Él después hizo cosas con Carlos Alfonsín, otro disc-jockey con el que más o menos crecimos juntos y con el que llegué hasta a compartir departamento. Ellos hicieron alguna que otra vez algunos ciclos, pero con Dany yo no habíamos hecho nada después del 2001".
El ciclo, que promete tener nuevas ediciones, estuvo atravesado por el espíritu primaveral que "honra el fogón, algo muy argentino" y ofreció un recorrido por una selección de rock argentino que eludió los lugares comunes, al igual que un set psicodélico "ideal para bailar como hippies desnudos".
"Nunca pongo música que la gente quiere escuchar. De hecho, soy muy intolerante y me pongo loco cuando alguien viene a la cabina a pedirme temas. Soy un musicalizador nato que no puede vivir sin poner música. Durante toda mi vida, aun habiendo sido gerente artístico (en Rock & Pop) nunca dejé de pensar en las listas de temas de lo que era una radio. Jamás hice un programa, en estos 35 años, sin ser yo el artífice de la lista. Nunca dejé de lado que la música de mi programa es mi música y bien o mal es la música que yo quiero escuchar y pasar para que la gente conozca", concluyó. (Télam)
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