La mezzosoprano franco-yugoslava Vera Cirkovic presentará “Entre perros y lobos”, un espectáculo que recorre las canciones de su álbum homónimo y coloca la figura de la mujer compositora en primer plano, en una sala porteña los jueves 10 y 31 y el miércoles 23, tres fechas en que la artista anticipó que “París veraneará en Buenos Aires”.
“El hilo conductor del espectáculo es la chanson y que la pieza, generalmente, fue interpretada por una mujer, pero el repertorio va cambiando”, contó la francesa a Télam sobre el show que tendrá a Pedro Giorlandini en piano y Cano en bajo.
“Las damas de negro” -disco anterior a “Entre perros y lobos”- que también forma parte de las tres funciones del espectáculo que la cantante ofrecerá en la sala El Camarín de las Musas, de Mario Bravo 960, a las 21, recupera joyas del existencialismo francés y recorre canciones de iconos franceses como Barbara, Brigitte Fontaine y Edith Piaf.
“Hay una base de canciones de Piaf que permanecen intactas en la lista de temas porque son las que la gente siempre quiere escuchar pero también hay otras que no son tan populares. No me gusta el cliché parisino”, afirmó la vocalista que prepara su primer disco con canciones propias para el próximo año.
- Télam: ¿Por qué decidiste incursionar en la chanson?
- Vera Cirkovic: Volcarme a la canción francesa fue un cambio muy drástico aunque nunca dejé la ópera. Para mí estas son cosas inusuales. Esto empezó porque escribí un texto chiquito y me di cuenta de que tenía mucho para decir por mi historia, apátrida, mis padres que fueron refugiados políticos y el desapego de la política y cultura de mi país. Lo lindo de la canción francesa es que el espectáculo es una creación mía, puedo hacer lo que quiero, donde quiero, como quiero, soy dueña de mí misma, es algo que tiene mi identidad. En la ópera, que amo y sigo cantando, soy dependiente de un director, del teatro, como lo fui toda mi vida.
- T: ¿Cómo fue la selección de temas de “Entre perros y lobos?
- VC: Son canciones que me llevaban a algún recuerdo y que viene de la nostalgia que tengo de París. Son piezas que me tocaron el corazón como la lucha de los partisanos. Cada canción es una pequeña diapositiva de lo que fue mi vida, no hay un concepto ni búsqueda de homogeneidad, al contrario, intenté quebrar los conceptos.
- T: ¿Cómo se crea la atmósfera para estos espectáculos?
- VC: Me gusta mucho el ambiente de cabaret y café concert porque es muy realista, no hay mucha luz, la gente puede sumergirse disfrutando de una copa. Estoy tratando de relatar un viaje y no es un espectáculo para francófonos; hay una contextualización de cada canción y bastante oscuridad entonces no hay nada que distraiga de la música que es la protagonista de la noche. No es un espectáculo masivo, es muy íntimo. (Télam)