Ska-P, una de las bandas más convocantes de España y que atraviesa sus bodas de plata, regresará a la Argentina en febrero para presentar en Córdoba y Buenos Aires “Game over”, un disco que devuelve al quinteto a los escenarios tras un impasse que se prolongó por cuatro años.

La última vez que Ska-P tocó en Argentina fue en Ferro en 2014: esa multitudinaria presentación tuvo como eje al disco “99%” y fue la segunda despedida de la banda; la primera pausa había sido en 2005 y se dilató hasta 2008.

“Somos un grupo que funcionamos sin prisa y sin fechas de idas o vueltas. Decidimos parar una temporada después de la última gira y pasaron cuatro años. Es el momento ahora y porque sí”, respondió sin titubear Joxemi Redin, guitarrista de Ska-P, cuando Télam preguntó por qué ahora.

El regreso del quinteto, que se completa con Pulpul en voz y guitarra, Julio Cesar Sánchez en bajo, Kogote en teclado y Luismi en batería, se materializará el viernes 8 de febrero en el Estadio Ciudad de La Plata y el domingo 10 en el Cosquín Rock.


- Télam: ¿Cómo surgió “Game over”?

- Joxemi Redin: Las canciones fueron escritas por Pulpul en los últimos cuatro años y casi todas nos gustaron. Trabajamos como grupo las que no nos habían convencido, nos volvimos a juntar hace un año y medio y estuvimos cinco meses ensayando, nos tomamos el tiempo para buscarle la vuelta a todo. El disco es un aviso a la corona de que ya le falta poco para dejar de vivir del cuento de los españoles y está en inglés porque es una frase hecha que todo el mundo conoce, no es porque queramos ir a tocar a Estados Unidos (risas).

- T: Hay canciones como “Colores” o “Brave girl” con temáticas muy actuales y otras que apuntan a la conciencia...

- JR: Hay temas que por desgracia nunca pasan de moda, como lo que se descubrió de los casos de corrupción en el gobierno. Si criticás a esa gente del gobierno que estuvo a la derecha, dicen que sos un antipatriota, que querés que vengan los rusos. “Patriotadas” se ríe de esa gente que no le importa que los políticos giren millones de euros al extranjero mientras recortan en hospitales, en ayudas a los necesitados y tercera edad. Para ellos ser patriota es llevar la bandera del país en el celular y lo mismo pasa en “The lobby man” y “Bufón” con los grupos de presión que hay detrás de los gobiernos.

- T: Ska-p nace de obreros con conciencia de clase pero ¿a quién se dirige?

- JR: Trabajábamos en fábricas y en el campo cuando comenzamos, tocábamos y no lo hacíamos de forma vacía. Tuvimos suerte. Mucha gente nos dijo que desde que escucha Ska-p empezó a pensar de manera diferente, indagar y cuestionar. Hay bandas que tocan por diversión y otras que hacen cambiar la forma de ver la vida, a las mujeres o animales y me siento orgulloso de que Ska-P tenga esa importancia para otros. Creo que la música no va a cambiar el mundo, ya lo demostró el punk, ni siquiera pudo The Clash que fue la banda más grande del mundo. No vamos a cambiar el mundo pero igual hacemos canciones con contenido.

- T: Es un trabajo de hormiga...

- JR: La extrema derecha está asumiendo cada vez más en más países, pasó en Brasil y en varios países europeos tiene un 30% de votos. Cualquiera que sepa un poco de historia es consciente de que es muy peligroso porque no tienen respeto por nada y los mueve el capitalismo extremo. La gente piensa cada vez más en su bolsillo y no se da cuenta de que a costa de un mal trabajo pierde derechos y los de sus hijos y futuro. Lo mejor es convencer de que hay otra manera de hacer las cosas. (Télam)