Neo Pistea, el cantante argentino de trap, consideró hoy que el mundo está mirando a la Argentina por lo que sucede musicalmente con el género urbano y a la vez señaló que el artista "tiene derecho a expresar" en sus canciones sobre si toma o no drogas.
Sebastián Chinellato, tal el nombre de este nacido en Merlo, uno de los municipios más duros del conurbano bonaerense, es considerado uno de los chicos más guarros del género junto a sus amigos Duki e Ysy A, con quienes formó el combo Modo Diablo.
Los tres vivieron juntos en una casa en Almagro y luego se fueron juntos de gira por el interior de la Argentina en un micro, y los mitos que se cuentan pueden hacer empardar cualquier anécdota rockera de los años 60 y 70.
Juntos lanzaron la canción "Quavo" cuyo video supera los 15 millones de vistas en Youtube y las 4 millones de escuchas en Spotify. A la que ahora se sumó "Ponte pa' mí" con la participación del portorriqueño Eladio Carrión, uno de los traperos más destacados de esa Isla.
Su trabajo discográfico comenzó con los tracks "White Chocolate" y "Black Chocolate", a los que le siguieron los crudos "Codeína volumen 1" y "Codeína volumen 2", donde coqueteaba abiertamente con las drogas.
Continuaron ese camino las canciones "Elvira", "Tumbado el Club", "Estado de Ánimo", "Medusa" y "Wanda Nara", al que le siguió el exitoso "Messi" estrenado durante el Mundial de Rusia.
T:-¿Siempre escribiste canciones con este estilo más urbano o le metías algo de cumbia?
NP:- Sí, mi jerga es bastante cumbiera, bien callejera. La cumbia es la música de Argentina, como el tango o el folclore en el interior. Y es la música del barrio, lo que se escucha en el Conurbano. Mi estilo es bastante callejero y si bien lo meto en el trap, siempre intento mantener la esencia del barrio.
T:- ¿Hay que tener cuidado con el mensaje respecto a que no se repita lo que pasó en Estados Unidos donde la ola de violencia terminó con la muerte de Tupac y Notorious BIG? ¿O hay que entender que es un show?
NP:- Hay que entender que es un show y que realmente los artistas de acá no viven como vivieron los de Estados Unidos de esa época. La mayoría de los que hablan de eso no es verdad, y los que son verdad son los que son de verdad y están bien haciendo lo que hacen. Después escucho cualquier otro pibe haciéndose el pistolero y me cago de risa, si yo sé quiénes son los verdaderos y quiénes no. Fomentar eso no lo veo bueno.
T:- Con el tema de las drogas que sí se habla fuertemente de los dominicanos como los más power, ¿con eso hay que tener cuidado?
NP:- Yo soy muy real, tengo temas que hablan de drogas y es que en ese momento estaba con excesos y no oculté mi realidad. Hoy en día no lo cuento tanto porque no vivo esa realidad, es eso en cuanto a escribir sobre las drogas en las canciones. Uno capaz habla de que se está fumando un faso…Bueno, por ejemplo, uno se está tomando un vaso de codeína y lo canta en un tema, si es real no estás ocultando tu realidad, no está mal que lo expreses.
No creo que esté mal por más que digan que es fomentar las drogas, simplemente es la realidad. Un artista tiene su derecho a expresarse y si no le molesta que todo el mundo sepa que él tiene un exceso o lo que sea no me parece mal. Es lo mismo que te digo con el gangsta rap, no me parece fomentarlo al 100% todo el tiempo. Hoy en día, hace unos años pensaba diferente.
T:- Así como esto surgió en Puerto Rico, ahora aparece Medellín como la Meca de la urbano, pero muchos dicen que están mirando a la Argentina. ¿Los están mirando realmente?
NP:- Sí, yo creo que pusieron el ojo desde que Duki, Khea y Cazzu abrieron el mercado muy fuerte con Loca. Llamó tanto la atención que no solamente cayó en ellos sino que se dispersó por todos lados. Ya la vez se organizan festivales del género, nos convocan del Cosquín o del Lollapalooza como a mi y uno dice es "una locura". Uno dice "fua, nos están mirando, es la oportunidad". Después llegaron los Luna Park y los Gran Rex de Duki y Londra, nosotros con Duki hicimos unos Gran Rex, bajo el grupo que tenemos: Modo Diablo junto a Ysy A. Y nos fue muy bien.
(Télam)