Edelmiro Molinari: No recuerdo este disco porque lo tengo presente

El guitarrista Edelmiro Molinari advirtió que no recuerda el primer disco de Almendra por tratarse de una placa que tiene presente de manera permanente y calificó como "algo muy hermoso" el hecho de que se trate de un trabajo que "trasciende las

D-Interés 12 de enero de 2020 Agencia Télam
El guitarrista Edelmiro Molinari advirtió que no recuerda el primer disco de Almendra por tratarse de una placa que tiene presente de manera permanente y calificó como "algo muy hermoso" el hecho de que se trate de un trabajo que "trasciende las barreras del tiempo y traspasa los corazones de la gente".
"Yo no recuerdo el disco, lo tengo presente, que es diferente. Desde ahí partimos", dijo el músico al ser consultado por Télam, y afirmó que "como generador de ese material puedo dar una referencia de que aquella pasión, aquella inocencia y aquella ingenuidad fue absolutamente real y se sigue proyectando a través del tiempo".
Y añadió: "Esa es una cosa muy linda porque no sé si a todas las personas les toca vivir una experiencia semejante, de soñar con un compañero y hacer una cosa que se convierte en algo que trasciende las barreras del tiempo y traspasa los corazones de la gente. Eso es algo muy hermoso".
Télam: ¿Qué le provoca el reconocimiento de los propios colegas?
Edelmiro Molinari: Es un placer a nivel espiritual. Es una cosa un poco inexplicable sentir lo que ha pasado y sentir que se ha transformado a través del tiempo en una inspiración para tantas personas. Los chicos hoy en día buscan en aquella época con mucho cariño, respeto y amor lo que hicimos nosotros. Es muy emocionante. Ver que los chicos lo usan como referencia fundamental es algo supremo.
T: Hasta ese momento, si bien estaba la referencia beatle, no era algo común en los grupos locales el uso de dos guitarras. ¿Cuál fue el modelo que tomaron para desarrollar ese trabajo?
EM: Modelos no se toman. Uno no dice 'voy a armar un estilo'. Cuando decidimos hacer el grupo con Luis Alberto había una admiración y un respeto mutuo en donde nos tirábamos al piletón de la creatividad sin límites, porque no puede haber límites en la creatividad. Entonces no era cuestión de primera o segunda guitarra. Ahí estaba precisamente la fusión que teníamos nosotros dos. Luis es una de las guitarras rítmicas más impresionantes que he escuchado, entonces nos auto-incentivábamos. Las cosas que tocábamos era una comunión total. Nos alimentábamos uno de lo que había el otro. Nos sugeríamos cosas. Son cosas que no las podés pensar, salen directamente. Fluyen como el agua. No se trata de virtuosismo. Alguien tocó a través nuestro. Fuimos instrumentos y lo seguimos siendo de algo que está a un nivel que no se puede explicar.
T: ¿Fue un disco planificado de antemano o se fue dando así mientras lo hacían?
EM: Jamás planificamos nada de antemano porque la creatividad no se planifica. Es un sueño que se va dando. Un pintor puede tener un sueño, una idea, y luego sucede, pero no es él, se va dando de forma inexplicable. No es algo dado por planificación o desarrollo. Lo importante es tener los portales abiertos para que esa luz que nos es enviada sea recibida y se plasme en algo. De esa manera salen las cosas creativas. Se fue desarrollando y nosotros no nos poníamos límites. Dejábamos que las cosas sucedan con absoluta libertad. Teníamos códigos en la elección, una cantidad de material increíble y después íbamos seleccionando entre nosotros, pero siempre dejando fluir.
T: Muchos integrantes de Almendra expresaron en distintos momentos que ese disco puso una vara muy alta que los condicionó a futuro. ¿A usted le pasó lo mismo?
EM: No, jamás me pasó eso porque eso es ponerse límites. Si sos un boxeador que mete una mano de nocaut, no va a estar en cada pelea pensando en si vas a llegar a meter esa mano. Jamás se hace eso. Vos seguí en la tuya y tené la seguridad que vas a tener muchos nocauts.
(Télam)
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