Benito Cerati, hijo del fallecido líder de Soda Stereo Gustavo Cerati, acaba de editar "Unisex", su tercer disco, en donde defiende la definición de su sexualidad y adopta una actitud hedonista y muy punk en sus letras al punto de cuestionar el sistema de creencias de la sociedad moderna.

Rodeado por una banda joven, Benito decidió dejar de lado los aspectos ambient y experimentales de sus dos primeros trabajos "Trip Tour" y "Alien ahead" y luego de una año de mucha exposición en Twitter donde se definió como gay y feminista, volcó todo en las canciones.

Dueño de una poesía que recuerda mucho al mejor Charly Garcia y que tiene influencias de Luis Alberto Spinetta y de su padre, Gustavo Cerati, Benito dejó de lados las metáforas e imágenes para escribir crudas historias, con una postura cuasi punk pero también de un hedonismo y jugueteo romántico sexual que lo emparenta con la etapa glam de David Bowie, el celibato de Morrissey y la androginia de Brett Anderson.

El producto es un disco muy interesante, en el que las canciones en castellano son las más rockeras y las que tienen las letras más reveladoras.

Antes de su show de este sábado a las 21 en La Tangente, Honduras 5329, Benito charló con Télam:

T:- Desde las letras es un disco con un contenido muy directo. Elegiste desde las letras no ir tanto a esas metáforas que te gustaban tanto, es muy directo. Te diría que son casi punks. ¿Por qué?

BC:- Sí, de hecho me asusté grabando el disco, me parecía demasiado fuerte. Pero me parece que hace bien. La canción "Jesús" tiene que ver con una cuestión medio anticlerical, no es cristiana. Pero tampoco es una rebeldía, la letra habla de buscar en qué creer. Todos estamos buscando agarrarnos de algo para sentirnos vivos y encontrarle significado a lo que hacemos, entonces las religiones por si te brindan eso, por eso hay muchas. Es el momento del cambio de paradigma, de dejar de creer en algo porque cierta religión no te cierra. Es ese limbo de pasar de una cosa a otra y Jesús habla de eso. Estoy de acuerdo en que el clero católico tiene actitudes sectarias y por eso es que relata mi propia caída de eso, de estar en la iglesia y darme cuenta que es otra cosa, estar prohibiendo por prohibir.

T:- En varias letras también coqueteás un poco con tu lado más Bowie o Morrisey de ser muy hedonista y hasta hablas de hacerlo con el hijo de Dios. ¿Es fue lo que quisiste sacar?

BC:- Un poco sí y un poco no, también soy yo jugando a entender a Nietzche (risas). En un momento pensaba que podía entenderlo y después uno crece y se da cuenta que puede estar resignificando lo que lee 80 veces. Al final todo es percepción y eso es una parte importante de lo que creo. Más que nada la cuestión de “católicos igual buenos”, eso es lo que se cayó. Empecé a conocer muchísima gente atea más buena que los católicos que conocía, había algo que no cerraba. Creo que estamos en una época en la que tenemos que pensar por nosotros mismos más que encontrar gurúes, lideres o referentes. Tenemos que sacarnos eso de que no podemos encontrar nuestras ideas o disidencias con la gente. El fanatismo a esta altura creo que nos duele.

T:-¿Cuando definiste tu sexualidad, lo hiciste públicamente. ¿Cual fue la reacción de la gente en Twitter, sufriste a los trolls más conservadores?

BC:- Sí, total. Creo que es algo que se vive en general. Yo la ligué bastante porque ya era conocido de antes y venía medio que a quebrar idealizaciones o frustraciones proyectadas. Fue toda una etapa súper cibernética de llevarle la contra a estas cosas. Significaba también que estaba creciendo y estaba empezando a pensar desde otro lugar, a pensar en mí mismo. Está bueno que si te devuelven un ataque por ser conocido y decir algo de lo que opinás, caés y tenés a toda tu familia que te apoya. Todo el año pasado fue de descubrir un montón de cosas y de definirme en un montón de situaciones, de volverme inclusive por un ratito extremista hasta darme cuenta que no me llevaba a ningún lado. Igualmente sentí mucha contención de la gente.

(Télam)