Con dos funciones agotadas, Baglietto-Vitale abrieron el tercer Fimba

En la noche de hoy y con un lleno total en sus dos funciones en el céntrico Teatro La Baita de la Ciudad de San Carlos de Bariloche, Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale dieron el puntapié inicial para la tercera edición del Festival Internacional de Música de Bariloche (FIMBA).
La dupla, un nombre fuerte de la canción popular desde hace más de tres décadas, llegó a la apertura del Fimba sumando la presencia de Julián Baglietto en batería.
Cuando se abrió el telón de la primera función, los músicos interpretaron su propia versión del Himno Nacional Argentino, en conmemoración de la fecha patria, dando un emotivo inicio a la velada
Sin otro preámbulo, la maestría de Lito Vitale en el piano y la fuerza de Baglietto en la voz y la guitarra, hicieron sonar los primeros acordes de una canción conocidas por todos: "Dios y el Diablo en el taller", excelente elección para dar comienzo a este encuentro de buena música, solidas interpretaciones y muestras de una entrega admirable.
Fueron 90 minutos de show, en los que realizaron una recorrida por una versátil trayectoria capaz de sumar versiones de "Par Mil (Luz del Alma)" de Divididos, "Parao" de Rubén Blades y a "Qué he sacado con quererte" de Violeta Parra, llevándonos en un viaje musical a distintos países de nuestra América latina.
El segmento tanguero del espectáculo incluyó "Naranjo en Flor", "La última curda" y "Nada" y en otro pasaje los Baglietto enrocaron roles y con Juan en la batería su hijo Julián asumió guitarra en mano una versión exquisita del bolero "Contigo en la distancia".
Luego, el tramo folclórico fue capaz de añadir gemas de la talla de "Tonada de un viejo amor" de Eduardo Falú-Jaime Davalos y "Piedra y Camino" de Atahualpa Yupanqui.
Para el final y antes de los bises, fue el turno de "El témpano" (de Adrián Abonizio, también autor de "Dios y el Diablo..." qua había inaugurado el concierto) y uno de los letristas más interpretados por Baglietto y de los más representativos de aquella Trova Rosarina que irrumpió en Buenos Aires en los inicios de la década del 80.
En definitiva, un show vibrante, con músicos que mostraron no solo su maestría, sino también su entrega, un excelente augurio para esta edición del FIMBA que tendrá espectáculos gratuitos y talleres todos los días hasta el próximo domingo. (Télam)