Para Ángel Mahler, que en una misma semana estrena, el miércoles su réquiem “Kadish”, en una función única en el Teatro Colón, en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA, un 18 de julio de hace 25 años, y un día después “Ana Frank. El musical”, inaugurando el Teatro Ana Frank, es un momento de muchas emociones.
Télam: Hay algo trascendente en el recuerdo de Ana Frank...
Ángel Mahler: La tragedia de la historia la mantiene viva, esos pocos días que separan el desenlace trágico de la probable libertad hace que la tragedia siga viva mientras exista la humanidad, porque nos atrae y conmueve, nos conmociona y a través de la música logra que cada personaje tenga su sonoridad.
T: Por ejemplo...
AM: Un leitmotiv que lo identifica. Hay un tema acerca de la Sra. Van Pels, que era la que cocinaba… Traté de buscar algún momento con cierto relajamiento, porque cuando los obreros de la fábrica que estaba por debajo de esta buhardilla se iban, todos rompían el silencio. En un momento que les traen una torta hacen una pequeña fiestita. En general el ser humano no valora las cosas sino recién cuando las pierde.
T: ¿Un toque de alerta..?
AM: Mi idea era traer al hoy una historia muy triste y a la vez fabulosa, el sentido de cómo Ana Frank vivió allí esos dos años, cómo a través de quiénes estuvieron con ella y su diario logró sobrevivir y género un mundo de fantasía increíble. Es mostrar eso para que no vuelva a pasar.
T: Para los argentinos que vivimos años oscuros, puede tener un significado extra...
AM: En los tiempos de los que vos hablás yo usaba el pelo mucho más largo que ahora y los famosos Falcon Verde me llevaron tres veces a comisarías. Tenía 17 años y fue simplemente por tener el pelo largo. Se vivieron momentos difíciles. A los que escribimos música estas historias nos permiten recrear situaciones. La puesta empieza con una luz sobre Ana y ella mirando por la ventana preguntándose porque las guerras, los tanques y la gente corriendo y otros porqué. Cuando ya se va a escribir el diario a su cuarto aparece esa libertad creativa que es lo que más me interesa.
T: Ana encontraba su libertad escribiendo, los compositores la encuentran componiendo…
AM: Todos los procesos creativos son muy movilizadores, en especial todo el período de ensayos. Es el primer musical en el que armó el guión sólo. Siempre me gustaron las óperas, y siempre son de Puccini, o de Verdi. Quería armar un guión de cómo tenía que contarla y para las letras de mis melodías me acompañó Marcelo Kotler. Le mandaba un fragmento musical y le explicaba que en ese momento Ana se peleaba con su mamá, que subía las escaleras y cantaba. Armar ese libro recreando situaciones fue muy placentero.
T: ¿Qué es “Kadish”?
AM: Es un requiem pensado para honrar la memoria de las víctimas del atentado a la Amia, con letras del rabino Marcelo Polakoff, uno de los sobrevivientes, y como trabajo musical, lo más grande que escribí en mi vida no solo por la formación orquestal y el coro, sino porque somos más de 200 personas arriba del escenario, con presentación de Norma Aleandro. Estoy contento con ambas cosas que tienen en común generar emociones: no hay nada que pueda modificar más a las personas que emocionarse. Después sos otro, reflexionas de otra manera, aún cuando te duele o te pones a llorar, después de la emoción tu poder de reflexión es otro. (Télam)