Brasil recibió US$ 37.338 millones en inversión extranjera directa en el primer semestre de este año, el mayor valor para el período desde 2014 (US$ 41.800 millones), informó hoy el Banco Central de ese país.
En los primeros seis meses del año, la inversión extranjeras en proyectos productivos en el país creció 10,42%, respecto de igual lapso de 2018 (US$ 33.814 millones), según el organismo emisor.
El crecimiento de la inversión extranjera coincide con la llegada a la presidencia de Jair Bolsonaro, que ha impulsado una política económica de corte liberal y atraído capital externo mediante concesiones y privatizaciones.
La inversión extranjera no era tan alta desde 2014, último año en que la economía creció de forma sustentable antes de la histórica recesión de 2015 y 2016, cuando el PIB se redujo en cerca de siete puntos porcentuales.
La economía comenzó a recuperarse en 2017 pero de forma lenta: En 2017 creció 1,1% y en 2018 otro 1,1%, recordó la agencia EFE.
Para el jefe del Departamento de Estadísticas del Banco Central, Fernando Rocha, el crecimiento de la inversión es una muestra de que los extranjeros volvieron a confiar en la economía del país y que esperan una recuperación más fuerte en los próximos años.
"Ese aumento tiene una relación tanto con el desempeño macroeconómico como con las perspectivas sectoriales; el capital externo percibe las oportunidades y ve una perspectiva de más largo plazo", afirmó.
Pese al crecimiento semestral, la inversión extranjera en Brasil en junio se limitó a US$ 2.190 millones, por debajo de los 6.928 millones del mismo mes del año pasado.
El Banco Central considera que esa reducción fue puntual y la inversión extranjera volverá a crecer a partir de julio, por lo que mantuvo su previsión de que los recursos inyectados por los extranjeros este año se acerquen a US$ 90.000 millones, por encima de los US$ 88.324 millones de 2018. (Télam)