ENTREVISTA EXCLUSIVA: El secretario nacional de Industria ve “el motor del consumo y la demanda muy activos”

En la primera parte de una nota con Grupo La Provincia, el Secretario de Industria del ministerio de la Producción de la Nación, Ariel Schale, realizó un balance del primer año de gestión, se refirió a “una doble crisis” que atravesó el sector, destacó el rol trascendental del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y se mostró optimista de cara al 2021 debido a “un aumento muy importante de los niveles de actividad”.

[playlist ids="630833"]

¿Qué balance hace del primer año de gestión al frente de la cartera?

Terminamos un año complejo, quizá de los más difíciles en términos de las últimas décadas en el país, administrando del lado de la política industrial una doble crisis, la del nuevo ciclo de desindustrialización heredado del gobierno anterior, al que se le sumó la crisis pandémica.

Ésta no fue una crisis más, la sociedad argentina la conoce a partir del plan económico de mediados de los 70, que nos deja siempre capas geológicas de problemas estructurales, lamentablemente más consolidados.

Nunca las crisis de desindustrialización han sido gratis para la sociedad argentina, y esta ha tenido características muy particulares y profundas, fue una crisis muy prolongada.

Los últimos 22 meses del gobierno de Mauricio Macri han sido de caída del nivel de actividad, y de los 48 meses de mandato, 45 fueron de destrucción del empleo industrial.

A partir de abril de 2016, la industria no paró nunca de destruir puestos de trabajo industriales, perdiendo no solamente capacidad de recursos humanos sino también patrimonio. Perdimos industrias, plantas y líneas de producción, con una característica más que es que a ningún sector le ha ido bien.

"A la crisis del nuevo ciclo de desindustrialización heredado del gobierno anterior, se le sumó la pandémica"

A diciembre de 2019, no hubo ningún sector de la industria manufacturera argentina que haya terminado con niveles de actividad superiores a diciembre de 2015, es decir, a todo aquel que producía algo en la Argentina le fue mal, y sobre este estado, en abril nos sobrevino la crisis pandémica.

Tuvimos que encapsular buena parte de toda la política industrial de desarrollo, para poder asistir y atender el impacto que esto le produjo a todo el entramado productivo nacional. Entramos al proceso de cuarentena con una doble consigna: preservar la vida de los argentinos, pero también de nuestro entramado productivo nacional.

Allí desplegamos prácticamente un paquete de asistencia a toda la sociedad, además de 7 puntos del PBI, y ha sobresalido esta decisión del programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción, el ATP ha sido una medida sin duda sin precedentes para una crisis sin precedentes.

Hemos prácticamente desplegado más de 300 mil millones de pesos, alcanzando a más de 360 mil pymes industriales, abrazando a más de 3 millones de trabajadores, a prácticamente el 60% del mercado del trabajo privado, sosteniendo los sueldos y salarios del sector productivo, lo que nos ha permitido, entre otras tantas medidas, básicamente también el enorme despliegue de créditos de asistencia al 24%, donde también hemos desembolsado más de 300 mil millones de pesos en créditos, alcanzado a más de 100 mil pymes.

"A todo aquel que producía algo en la Argentina le fue mal, y sobre este estado, en abril nos sobrevino la crisis pandémica"

El ATP ha sido, en el área que usted conduce, la política rectora y fundamental para transitar la pandemia...

Es sin duda el que ha tenido mayor impacto en términos de eficacia de su diseño y aplicación. Un ATP que había nacido el 28 de marzo y qué tuvo que ser rediseñado cuando todos nos dimos cuenta que la cuarentena no era un problema de 15 a 20 días, sino que venía para quedarse. Hubo que repensarlo nuevamente y el 15 de abril nació este ATP, para soportar el 50% de todos los sueldos y salarios del sector privado.

¿Cuáles son las políticas que van a reemplazar el ATP?

Han quedado sectores todavía afectados por esta cuarentena, no están tan relacionados con la actividad industrial, queda todo el sector cultural, de espectáculos, de recreación, de esparcimiento, esos sectores van a seguir seguramente siendo asistidos, pero la industria ya a partir de junio o julio empezó a desplegar su actividad, y la mejor forma de sostener los niveles actividad industrial ha sido ir tratando de ubicar nuevamente a la industria en un sendero de cierta normalidad.

¿En qué escenario se encuentra actualmente la industria argentina?

Terminamos un año con optimismo fundado por el nivel de actividad, empezó a partir de septiembre claramente un aumento muy importante de los niveles de actividad en distintos sectores, con cierta heterogeneidad pero ya con sectores muy firmes trabajando al nivel de pre pandemia.

“Ya hay sectores muy firmes trabajando al nivel de pre pandemia”

Por ejemplo maquinaria agrícola en todos sus rubros, cosechadoras, sembradoras, pulverizadoras, toda la cadena de valor textil e indumentaria trabajando muy fuerte, a capacidad total todo lo que tiene que ver con insumos de la construcción, madera inmueble, la línea blanca, básicamente cocinas, heladeras. Tenemos 12 plantas en el país productoras de heladeras y de lavarropas que están trabajando.

Los actores ya empiezan a tener un nivel de actividad muy aceptable y con expectativas, porque la economía que uno piensa en el 2021 tiene un entorno macroeconómico ya mucho más ordenado que el que encontramos, y con la resolución de la política sanitaria. También vemos el motor del consumo y la demanda muy activos, y esto va retroalimentar este círculo virtuoso de consumo, de la producción y la inversión.

En la Argentina la demanda explica el 70% del consumo, es la turbina principal, la otra es la exportación, pero el mundo está también enredado en un esquema pos covid complejo y muy proteccionista que caracteriza hoy el comercio internacional.

“Todo el foco en el fortalecimiento de nuestro mercado interno”

Así que tenemos estrategias claras de poner todo el foco en el fortalecimiento de nuestro mercado interno, que no tiene ninguna tensión respecto de nuestras ambiciones en aumentar las exportaciones, ambos van juntos, nuestras pymes industriales necesitan de la escala de nuestro mercado interno para poder tener políticas de precio y comerciales exitosas, en sus objetivos de inserción internacional.