El consumidor global experimenta una etapa de saturación y abatimiento generado por las novedades tecnológicas que no marcan una gran diferencia y tiende a ralentizar sus compras, mientras que el argentino reduce sus gastos por el contexto inflacionario, según indicaron especialistas.
Según un informe de la consultora global Accenture "los años de inversión en innovación han hecho que los clientes se sientan inundados y abrumados".
"Las personas y las organizaciones están reflexionando sobre lo que realmente valoran, rechazando productos y servicios que no satisfacen sus necesidades; cambiando la naturaleza de nuestras relaciones con la tecnología y las marcas", indicó el informe.
Para el directivo de Accenture Interactive, Ezequiel Arslanian, los consumidores a nivel global son "más selectivos sobre qué productos y servicios incorporan a su vida diaria, eligiendo desconectarse o darse de baja si el intercambio de valor no es mutuo".
Por ello consideró que "las empresas que lograrán mantenerse competitivas en la era digital, serán las que transformen sus modelos de negocio, con el fin de generar experiencias para los consumidores" y estas serán las que "mejoren la calidad de vida de las personas".
Los hábitos de los argentinos, en cambio, también se modificaron pero el cambio estuvo más bien asociado al contexto inflacionario según coincidieron economistas consultados por Télam.
El coordinador del Centro de Investigación y Medición Económica de la Unsam, Enrique Dentice, señaló que la caída del poder adquisitivo "cerca del 17% en salarios reales y 20% en jubilaciones", llevó a las "familias a alterar la forma en que gastan su ingreso" y a 'hacer rendir el salario que no puede competir con el ritmo de la inflación".
Por su parte la economista Candelaria Botto, dijo a Télam que con "sueldos que compran cada vez menos"; los consumidores recortan "en los rubros recreativos o los que no son estrictamente necesarios".
"Si antes salias a comer, ahora cocinas en casa, con todos los efectos que eso genera en términos de empleo", consideró.
"Desde las finanzas personales, es esperable que cuando se toma conciencia del nivel de ciertos gastos se reprioricen consumos en bienes y servicios" comentó el economista, director de Trainer Financiero, Ezequiel Baum, en diálogo con Télam.
Agregó que ese proceso define cambios en los consumos, "suele requerir la proyección de esos gastos en el presupuesto anual" de cada familia, pero "la mayoría de las personas no hace el ejercicio de ver cuanto gasta por año en cada rubro ni analizar cuánto podría ahorra modificando su patrón de consumo, pasándose a segundas marcas, discontinuando servicios". (Télam)