Economista sostiene que la politica de Cambiemos fue desfinanciadora del sistema previsional

La política previsional del gobierno de Cambiemos “fue desfinanciadora del sistema”, mientras la reciente decisión de suspender la fórmula de movilidad de haberes por la ley 27.426 (2017) “va en el sentido de lograr la estabilización macroeconómica”, dijo hoy el especialista del IADE (Instituto Argentino de Desarrollo Económico) Sergio Carpenter.
En declaraciones a Télam, el experto consideró que la gestión de Mauricio Macri “provocó para este año una verdadera explosión en la necesidad de recursos para financiar el sistema de Seguridad Social”.
“Suponiendo una tasa de inflación hacia la baja para 2020, la movilidad suspendida provocaría un aumento de la necesidad de financiamiento, con cargo al Tesoro Nacional, superior a 3% del PBI, cuando esa variable era de 0,7% en 2015”, destacó Carpenter.
El economista explicó que “una macroeconomía que genera desempleo, informalidad laboral y disminución del salario real, tiene un sesgo desfinanciador de la previsión social”.
Eso es así, añadió, porque “el financiamiento del sistema está basado en impuestos y contribuciones asociadas al trabajo formal, y por ende sufre el impacto de los vaivenes en el nivel de actividad y su grado de formalidad”.
Carpenter mencionó además el tratamiento otorgado a la devolución, por parte de la Nación, de recursos por 1,6% del PBI a las provincias, en cumplimiento de un fallo de la Corte; y la reducción de las alícuotas de las contribuciones patronales.
“Esa última medida, más el impacto del deterioro de la formalidad y de la actividad económica, redujo la recaudación de aportes personales y contribuciones patronales, desde 5,9% del producto en 2015 a 4,8% en 2019”, precisó el experto del IADE.
“El gobierno de Macri -agregó- no atinó a compensar dichas reducciones de recursos afectados y en consecuencia, las políticas macroeconómica y previsional de 2016-2019 redundaron en menores recursos para la Seguridad Social del orden de 1,9% del PBI”.
Carpenter se refirió luego a la movilidad dispuesta en 2017, asociada a la evolución de la inflación y de los salarios, y aplicada trimestralmente con seis meses de rezago.
“Más allá de la reducción en los haberes por el trimestre perdido que supuso su aplicación, esta política terminó impactando fuertemente en las condiciones de la estabilidad macroeconómica”, consideró el economista.
Según el especialista del IADE, “en una economía donde cae el nivel de actividad y se acelera el nivel inflacionario, el rezago de la movilidad provoca pérdida de poder adquisitivo y aumenta el rumbo recesivo de la economía, como se vio en 2018 y 2019”.
A la inversa, agregó, “en el marco de un plan de estabilización que busca la reducción del nivel inflacionario, esa movilidad puede disparar el nivel del gasto por sobre las posibilidades de recursos de una economía en recesión”.
Para Carpenter, la movilidad futura debería conjugar la suerte de los trabajadores pasivos con la de los activos, "es decir, si los trabajadores observan aumentos del salario real, esa tendencia debería impactar en los haberes previsionales, que es la manera en que las ganancias de productividad que perciben los activos les lleguen a los pasivos”.
El economista aconsejó además estudiar la asociación de la movilidad con variables esperadas y no en función del pasado, “para evitar la regeneración de la inestabilidad”.
Carpenter instó asimismo a corregir la desigualdad existente en materia de haberes, ya que unos 65.300 beneficiarios del sistema, el 1,2% del total, cobran por encima del haber máximo (de $ 103.000) y absorben el 6,2% de los pagos de la Anses.
Esa corrección, sin embargo, requeriría revisar los regímenes diferenciales, especiales y particulares, “una tarea de más largo aliento para abordar condiciones diferentes a las del sistema general”, concluyó. (Télam)