Los países miembros del Mercosur evaluarán en diciembre la propuesta brasileña de reducción del Arancel Externo Común (AEC), que ronda en la actualidad entre 13 y 14% y el gobierno de Jair Bolsonaro pretende reducir a un nivel de 6 a 7% en cuatro años.
El secretario de Comercio Exterior del país vecino, Lucas Ferraz, reveló hoy, en una entrevista concedida al diario brasileño "Valor Económico", que no se busca sólo llevar el AEC a un rango más próximo de la media internacional, sino además, disminuir la "discrepancia" entre alícuotas vigentes en diferentes sectores.
"Nuestra gran distorsión, en términos de aranceles, está en el sector industrial, dijo Ferraz, y puso como ejemplos que el nivel ronda el 7% para productos químicos; 12% para varios ítems siderúrgicos; 14% para bienes de capital y de informática; 27% para vinos; y 35% para automóviles, calzados y textiles.
"Una buena medida de lo que queremos en la reforma del AEC es comparar aquello que se aplica en las 10.270 NCM (nomenclatura común del Mercosur] y la media internacional", sostuvo el secretario.
Ferraz es profesor de la FGV-SP (Fundación Getulio Vargas de San Pablo) y es reconocido como uno de los grandes especialistas en modelos para simular los efectos de las liberalizaciones comerciales.
Para el funcionario, la reestructuración unilateral en los aranceles de importación no se contradice con acuerdos de libre comercio como el anunciado semanas atrás entre el Mercosur y la Unión Europea (UE): ese fue el camino, según Ferraz, recorrido por países como México y Sudáfrica.
"La desgravación arancelaria con la UE está prevista para completarse en 15 años y en el acuerdo que estamos negociando con Corea son 20 años, más el tiempo de tramitación legislativa", precisó.
"Eso es, agregó, un proceso muy lento. Y nuestro parque tecnológico tiene un desfasaje de por lo menos 30 años".
Ferraz consideró que "en ese modelo de economía cerrada la industria brasileña perdió 15 puntos porcentuales de participación en el PIB, en cuatro décadas".
Además de la cuestión arancelaria, el gobierno brasileño busca discutir las "reglas de origen" para que los bienes puedan ser considerados nacionales o regionales.
Para que un producto argentino sea exportado a Brasil o un producto brasileño ingrese a la Argentina, sin pago de impuestos a la importación, debe tener agregado por lo menos 60% de insumos o componentes fabricados dentro del propio Mercosur.
Ferraz cree que ese índice es arcaico e ignora las características actuales del sistema internacional.
"Cuanto más contenido regional tenemos que añadir a un producto, menos insertados vamos a estar en las cadenas globales de producción", explicó.
Según el funcionario, "Brasil está preso en un modelo anticuado de reglas de origen, que puede ser aprobado por el desarrollista clásico de América Latina, pero hiere la lógica de búsqueda de competitividad en el siglo XXI".
Ferraz afirmó que es hora de "abrir un debate" sobre la reducción del índice de contenido local en el Mercosur.
"Es claro que las reformas macroeconómicas, concesiones de infraestructura, desburocratización, son medidas necesarias; pero si hiciéramos todo eso y no hubiera apertura, si no tenemos acceso a mejores tecnologías, vamos a perder el tranvía", concluyó el secretario. (Télam)