En Malaga, el entrenador Martin Viberti se muestra optimista si se toma al coronavirus con respeto

El entrenador hispano argentino Martín Viberti, miembro de la secretaría técnica del Málaga Club de Fútbol de la segunda división de España, considera que hay motivos para ser "optimistas" sobre la evolución de la pandemia porque "con el coronavirus acá las cosas son claras, la gente se lo toma con respeto y responsabilidad y así la prevención está funcionando".
Hijo de Sebastián Viberti, destacado mediocampista de Huracán y la Selección Nacional en la década del sesenta e ídolo de la afición del Málaga, con un inconfundible acento cordobés Martín Viberti dialogó con Télam y se explayó acerca de cómo se viven estas horas en la Costa del Sol.
"Al principio la gente no se lo tomaba demasiado en serio, tampoco se lo tomaban en serio los gobernantes y por eso las medidas de prevención demoraron un par de semanas pero cuando el Estado las decidió, la respuesta fue buena y es buena, sin entrar en pánico, ni mucho menos", refirió Viberti.
En tren de dar ejemplos concretos, el director técnico argentino describió a Málaga, la sexta ciudad más poblada del territorio español, como a "una ciudad despoblada, sin un alma en las calles, o pocas, que además cuando son registradas por las autoridades tienen la obligación de explicar qué están haciendo ahí. Hace un rato salí a una farmacia y no me crucé con otras personas ni en el camino de ida ni en el de vuelta. Me impresionó, pero es lo que corresponde en estas circunstancias".
A decir de Viberti, ese vigoroso acatamiento obedece al buen grado con que se han tomado las medidas establecidas por el gobierno español y a la vez por el temor al rigor de las penas previstas: "acá las reglas son claras y se cumplen, pero si no se cumplen, si no las cumplís, agarrate. Si te encuentran haciendo gimnasia en la calle, son 500 euros. Y si te sorprenden de paseo, 350 euros".
"Acá no hay pánico, ni mucho menos, a lo sumo nerviosismo y gente que teme quedarse sin comida, pero es una minoría. Tampoco
la situación es dramática: se cree que a medida que los días pasen, todo mejorará. Se suspendieron las clases, el fútbol, se cerraron los restoranes, los bares, los hoteles, se desautoriza circular por las calles porque sin circulación de las personas el virus tampoco circula y eso, llegado el caso, facilitará que resista un sistema de sanidad que en general en Málaga es bueno, bien equipado y preparado para la emergencia de una oleada de infectados", añadió Viberti, radicado en la ciudad andaluza de marras en compañía de su esposa.
"Con Sofía salimos lo necesario. Nada más. El sábado fuimos al súper e hicimos una compra grande. Lo indispensable. Y trabajamos desde casa. Todos los empleados del club trabajamos desde casa y de hecho el plantel profesional ni se entrena. El club está cerrado. Los médicos decidieron que no, que era un riesgo. Cada jugador hace tareas físicas en sus hogares con planes que les dieron sus preparadores físicos", añadió.
En otro orden, ya enfocado en las inevitables consecuencias de la pandemia, Viberti hizo notar que en Málaga en particular "la crisis económica será grave, muy grave".
"La Costa del Sol se nutre mucho del turismo y con hoteles cerrados, incluso en Semana Santa, se calcula que habrá entre 12 mil y 13 mil trabajadores en el paro, lo que en la Argentina llamamos desocupados", añadió.
Nacido en 1972 en Málaga cuando se padre brillaba en el mítico estadio La Rosaleda y criado un tiempo en la ciudad boquerona y después en la Docta, donde se formó como director técnico y fue incluso periodista especializado en fútbol, Viberti se manifestó aliviado de que en la Argentina, "donde mi esposa y yo tenemos a toda nuestra familia, hagan como acá, que si te quedás en casa ni te contagiás ni contagiás a otros. Pero también, eso sí, nos inquieta una pregunta: llegado el caso, ¿la salud pública de allá podría resistir la pandemia?". (Télam)