A diez años del ultimo partido de Martin Palermo en La Bombonera

Martin Palermo fue en Boca Juniors un goleador de pelicula y tenia que tener un final asi, como el de esa fria tarde-noche del 12 de junio de 2011: tras el empate ante Banfield por la anteultima fecha del torneo Clausura, cerca de 55.

Deportes 11 de junio de 2021 Agencia Télam
Martín Palermo fue en Boca Juniors un goleador de película y tenía que tener un final así, como el de esa fría tarde-noche del 12 de junio de 2011: tras el empate ante Banfield por la anteúltima fecha del torneo Clausura, cerca de 55.000 almas veían emocionadas cómo un autoelevador levantaba el arco que daba a Casa Amarilla, para que se lo llevara para siempre.
Los diez años que se cumplirán mañana del último encuentro del "Titán" en La Bombonera, al margen del pálido empate (1-1) del equipo "Xeneize" ante Banfield, ponen nuevamente en valor la figura del máximo goleador de la historia de Boca, con 236 tantos en partidos oficiales.
Su imagen se agiganta con el tiempo, y mucho más cuando el club de la Ribera sigue buscando (como pasa en estos días) un número "9". Y retumba entonces en el "templo" de La Ribera un grito que se hizo bandera: "Paaalermooo, Paaalermoooo".
El arco que Boca le obsequió ese día era el original regalo que la dirigencia encabezada entonces -como ahora- por el presidente Jorge Ameal quería darle como homenaje a sus proezas con la camiseta azul y oro.
Esos tres palos fueron testigos de los 129 goles que hizo en La Bombonera: el último de su carrera ahí fue ante River, el 15 de mayo de ese año, el segundo tanto en la victoria por 2 a 0 ante el "Millonario", y que fue el principio del final en el descenso al Nacional B del rival de siempre.
"No sé dónde lo voy a meter, en casa no me entra", decía el "Loco" Palermo mientras observaba la secuencia, sin entender nada en medio de tanta fiesta.
Ahora ese arco está en el complejo deportivo llamado Montego Sport, del que Palermo es socio y que maneja su hermano Gabriel. Y pasó a formar parte de ese lugar como si fuera una especie de estatua o de monumento.
Ya era de noche aquel 12 de junio y con el "9" dorado en la espalda, una camiseta especial para ese día que luego se la obsequió a Rubén Araguas, el histórico kinesiólogo de Carlos Bianchi que curó al 9 de la rotura de ligamentos previa a que inmortalizara el "muletazo" contra River en aquel 3-0 de la Copa Libertadores 2000, el "Titán" escuchó atentamente al cantante Ciro Martínez tocar en su armónica el Himno Nacional.
Mientras a través de un video se veían sus goles, títulos y hazañas con la camiseta de Boca, la gente deliraba con el "Palermo, querido, la 12 está contigo".
En ese momento, un grupo de chicos le entregó una capa con la leyenda "Súper Martín", que no dudó en lucirla en su espalda.
Mientras sus ojos se llenaban de lagrimas, a su alrededor en el campo de juego estaban sus familiares, los DT Carlos Bianchi y Alfio Basile; y sus compañeros de ese día, entre ellos un "tal" Juan Roman Riquelme, quien aplaudía en silencio, como uno más.
"Estoy muy agradecido a todos ustedes por todo el cariño, por tantos años juntos, por tantas victorias y tristezas. Les agradezco a todos mis compañeros y a cada técnico y dirigente. Pero especialmente a ustedes. Boca no sería esto sin ustedes", dijo mientras señalaba a las tribunas, antes de que se le quebrara la voz.
"Siempre voy a decir que Boca es un grande, no por los jugadores ni los técnicos o dirigentes. Siempre me quisieron aunque dijera que soy hincha de Estudiantes, pero quédense tranquilos que los voy a llevar adentro de mi corazón", cerró emocionado.
La fría estadística dice que Martín Palermo jugó en Boca 404 partidos, donde convirtió el récord de 236 goles y consiguió seis torneos locales y ocho copas internacionales: entre ellas, dos Libertadores y una Intercontinental.
En el medio quedaron aquel mítico "muletazo" a River la noche que volvía de una lesión que lo tuvo seis meses fuera de las canchas; y el gol de cabeza a Vélez casi desde la mitad de la cancha; los dos al "Galáctico" Real Madrid, a los 3 y a los 6 minutos del primer tiempo. Y miles de locuras que superan a todos los números.
Palermo, el "optimista del gol" según la sabia definición de Bianchi, se fue hace diez años de una Bombonera que lo adoraba, pero cada día que pasa su idolatría popular está más vigente.
--Síntesis--
Boca: Christian Luchetti; Clemente Rodríguez, Matías Caruzzo, Juan Manuel Insaurralde y Fabián Monzón; Cristian Chávez, Leandro Somoza y Nicolás Colazo; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche y Martín Palermo. DT: Julio Falcioni.
Banfield: Enrique Bologna, Gustavo Toledo, Mauro Dos Santos, Víctor Lopez y Marcelo Bustamante; Marcelo Quinteros, Ariel Rosada, Sebastián Romero y Jonathan Gómez; Diego De Souza; Facundo Ferreyra. DT: Sebastián Méndez.
Goles en el segundo tiempo: 2Â’ Colazo (BJ) y 38Â’ Ferreyra (B).
Cambios en el segundo tiempo: 14Â’ Gabriel Méndez por De Souza (B); 30Â’ Diego Rivero por Mouche (BJ) y Jorge Achucarro por Gómez (B); y 41Â’ Maximiliano Bustos por Ferreyra (B) y Ricardo Noir por Colazo (BJ).
Incidencias: Al comenzar el segundo tiempo, el árbitro suplente, Fernando Echenique, reemplazó al juez principal, Alejandro Toia, quien sufrió un desgarro.
Amonestados: Somoza, Insaurralde y Lucchetti (BJ); Gómez y Romero (B).
Árbitro: Alejandro Toia. (Télam)
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