Afiches, esténciles, aerosoles y estéticas que vienen del tatuaje dan forma a "Viral mural", una muestra que toma forma en las paredes del Centro Cultural Recoleta y se despliega por sus espacios destinados a actividades colectivas, alejándose del concepto de obra de arte, para conservar parte de esa voluntad comunicativa de los murales urbanos.
La exhibición rescata desde pintadas y murales callejeros hasta muros de Facebook, observando el fenómeno de la viralización como manifestación contemporánea, en la medida en que estas obras se convierten en vehículos de reclamos y opiniones que se infiltran en redes sociales, memes y tuits.
Partiendo de la premisa del muro como superficie de expresión pública, la exhibición curada por Rodrigo Alonso invade las paredes del Recoleta (Junín 1930) con unas 20 intervenciones de artistas locales y extranjeros que provienen del arte urbano o reflexionan sobre él.
Algunos de ellos son Doma, Pum Pum, Tec, que con Unidos Crew, Les soeurs Chevalme o Jorge Macchi toman espacios cubiertos (las salas Cronopios, J y C), espacios mixtos como el Clave 13/17 y a cielo abierto. Sus colores estridentes unas veces, disociados y vivaces están en Espacio Hip-Hop o en el Pasaje de los Tilos del antiguo convento.
Si en los muros urbanos se puede desplegar la disidencia, la denuncia, la opinión explosiva e incluso la práctica artística, eso también sucede en el Recoleta, potenciado por el montaje diseñado por Daniel Fischer.
La exposición intenta visibilizar la potencialidad y multiplicidad de creaciones murales -en tanto producciones desenmarcadas, abiertas y efímeras-, mediante el trabajo de algunos destacados protagonistas del circuito callejero, entre otros Lu Yorlano, Elliot Tupac, Lacast, Elisa Strada, Fluorencia, Nuria Mora y Poeta.
"Esta muestra fue pensada para espacios que poseen un contexto bien diferente al de la calle, su relación con las redes sociales surge de Facebook, de ese muro que invita a que la gente se exprese públicamente de cualquier forma, mediante textos políticos, lúdicos, intimistas", indicó Alonso a Télam.
El vínculo surge al "pensar en los muros de las ciudades como los primeros espacios en los cuales los habitantes tenían la posibilidad de expresarse públicamente -dice Alonso-, y los muros virtuales de hoy nos permiten hacer lo mismo".
-T: ¿Cómo se vinculan los muros virtuales con esta muestra?
-R.A: Facebook o Instagram son ámbitos de comunicación, lo cual no impide que muchos artistas experimenten con ellos guiados por intereses estéticos o conceptuales. La artista argentina Amelia Ulman tiene un interesante trabajo en Instagram que se expuso hace poco en Tate Modern, en Londres. Pero no es la única que ha recurrido a las redes sociales para investigar nuevas formas de producción artística y nuevos modos de interacción con el público. El carácter "público" de plataformas como Facebook o Instagram es algo todavía por investigar.
-T: ¿Cree que la posibilidad de viralización transforma 'las nociones de lo público'?
-R.A: El tema de lo público no está exclusivamente en los murales sino también en su relación con quienes visitan la muestra. El Recoleta tiene entrada gratuita y la gente entra todo el tiempo a ver qué encuentra, por pura curiosidad. Otros espacios artísticos imponen mayor distancia, ya sea por cobrar o por tener exposiciones para espectadores especializados.
Muchos de los murales están ubicados en espacios que van a ser utilizados para conciertos, talleres, clases abiertas, conferencias. No van a ser vistos como obras de arte, sino como el contexto de un acontecimiento, artístico o pedagógico.
-T: El texto curatorial plantea que los espacios públicos aseguran el derecho a expresarse por fuera de sistema formal cerrado y específico.
-R.A: Creo que la libertad de expresión es un derecho básico de la vida social y que debe fomentarse por todos los medios. En este sentido, cada artista se expresó desde el lugar que quiso.
La muestra podrá visitarse hasta mayo inclusive, de martes a viernes de 13.30 a 22, y sábados, domingos y feriados de 11.15 a 22. (Télam)