Legalizacion del aborto: los desafios de la agenda de los feminismos segun referentes de la cultura

Con los ecos de la alegria y la emocion por la aprobacion de la Ley de Interrupcion Voluntaria del Embarazo en el Senado, escritoras, autores y referentes de la cultura nacional, que protagonizaron el impulso y el tratamiento del proyecto,

D-Interés 30 de diciembre de 2020 Agencia Télam
Con los ecos de la alegría y la emoción por la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Senado, escritoras, autores y referentes de la cultura nacional, que protagonizaron el impulso y el tratamiento del proyecto, dialogaron con Télam sobre los desafíos que plantea esta conquista de cara a un futuro que cuenta desde hoy con un nuevo derecho.
Con la satisfacción por la legalización del proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso el 17 de noviembre pasado, Cecilia Szperling manifiesta que, "en este contexto de nuevos derechos adquiridos, destrabar este último derecho significa mucha fuerza para todo el movimiento feminista y para todas las mujeres y diversidades a futuro, porque era una especie de estar atadas, una sumisión y una sujeción a ideas que estaban completamente atrasadas".
La escritora y periodista, que hace 15 años integró junto a Mariana Enriquez, Sonia Budassi y Marina Mariasch, entre otras, una "Célula Revolucionaria Feminista", recuerda que "una de las cosas" que tenían "muy claras en ese momento era que no se podía ni mencionar el tema del aborto".
Por eso, celebra que "que se concrete en 2020 y después de tanta lucha" una ley que representa "el avance de justicia social para todas las mujeres y sobre todo para las de bajos recursos que eran las víctimas más concretas de esta clandestinidad".
Szperling traza un panorama a futuro, a partir de esta norma, porque afirma que "es un modelo de lucha para las feministas, es un aprendizaje de cómo luchar todas juntas, y a la vez es un modelo para la sociedad y nuestres hijes que demuestra que las situaciones no son inamovibles". Y agrega: "No hay nada inamovible y no hay que aceptar estas represiones y sumisiones".
La investigadora Lucía de Leone plantea que "lo que se viene a futuro es la implementación de la ley: qué va a pasar en el espacio público y en el espacio privado, qué pasará con los presupuestos destinados a la salud pública".
En esa línea, la escritora Valentina Vidal remarca que "lo que sigue es ocuparnos de que se cumpla, para que cada cuerpo gestante que elija hacerse un aborto lo pueda realizar sin ningún problema y que no haya una sola muerte más por un aborto clandestino".
"La agenda feminista tiene mucho por hacer: hace apenas 74 años que logramos el derecho al voto. Queda un largo recorrido desde lo subjetivo y desde lo concreto, porque la pasividad deja abierta las puertas de los que están agazapados para que la elección y el deseo sean manipulados por los que saben que cuando se tiene capacidad de decidir, se tiene libertad", expresa en diálogo con esta agencia.
Para Dolores Reyes, la sanción es el resultado de "una lucha histórica del feminismo" y la piensa como un envión porque considera que es la oportunidad para "ir por más, por la ampliación y conquista, por ejemplo, de la implementación de la Educación Social Integral (ESI) en todas las escuelas".
La escritora, que participó de la vigilia con una de sus hijas, remarca que la "gran lucha pendiente de las mujeres, travestis y disidencias sexuales" es contra las violencias machistas, contra los femicidios y los travesticidios".
Agustina Bazterrica también pone el acento en la implementación de una norma como la ESI, sancionada el 4 de octubre de 2006, porque subraya la importancia de pensar ahora en "acompañar a las mujeres y niñas, a todas y fortalecer la ley con procesos de cambio social que van más allá de la legitimación del aborto, programas que eviten los embarazos no deseados".
Al mismo tiempo -sostiene- que la prioridad es acompañar "la crianza como el Plan de los mil días y una educación profunda en la que la sociedad acompañe y deje de juzgar a las mujeres para comenzar a humanizar a los varones".
"El de la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho ganado. Ahora bien, la reglamentación de esta ley es urgente y necesaria pero no es suficiente. Porque la base de esta problemática social es una de las caras de la indefensión de la mujer, frente a la violencia, frente a las violaciones, frente al abuso de poder, frente a la ignorancia y la indiferencia de una buena parte de la sociedad", reflexiona la autora de la premiada "Cadáver exquisito".
Ariel Magnus retoma uno de los ejes de su libro "El aborto. Una novela ilegal" que es la resistencia de los sectores que se oponen a este derecho y advierte que se trata de un aspecto que "no dejará de importunarnos en la realidad: el de la resistencia de los antiderechos (un lindo término que no existía por aquel entonces)".
"Así como los verdes se organizaron, también lo hicieron los celestes, y no van a quedarse callados ni quietos porque exista la ley. Más bien es esperable que, como en Estados Unidos, redoblen la virulencia contra las mujeres que elijan abortar, y hasta que decidan su voto futuro apostando a proyectos políticos que les permitan soñar con una marcha atrás. De modo que la lucha continúa", se explaya.
En tanto, Alejandra Laurencich marca un puente hacia las nuevas generaciones, que se involucraron, protagonizaron e impulsaron movilizaciones en los últimos años retomando consignas históricas de los feminismos: "Ojalá que esta marea verde de chicas jóvenes que reiniciaron la lucha, no solo por la ley del aborto, sino por la renovación de los parámetros sociales en cuanto al lugar de la mujer y sus derechos, y terminaron involucrándonos en el mismo reclamo a los y las demás, de distintas franjas etarias, nos hayan dejado una enseñanza: nadie puede contra un proceso de libertad de conciencia; una vez iniciado, nadie lo para". (Télam)
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