La Biblioteca Nacional: de icono arquitectonico a nave insignia del mapa biblotecologico argentino

Con tres nuevas sedes -una en Mar del Plata, otra en Cordoba y otra Salta- y con la puesta en valor de la fachada de edificio diseñado por Clorindo Testa y colocando los modernos parasoles que hace 60 años penso el arquitecto pero que nunca se

D-Interés 10 de noviembre de 2021 Agencia Télam
Con tres nuevas sedes -una en Mar del Plata, otra en Córdoba y otra Salta- y con la puesta en valor de la fachada de edificio diseñado por Clorindo Testa y colocando los modernos parasoles que hace 60 años pensó el arquitecto pero que nunca se colocaron, dándole al histórico edificio un aspecto inconcluso durante 30 años (se inauguró recién en 1992), la Biblioteca Nacional avanza en la convicción de instalarse como "ícono de la arquitectura porteña" y como "nave insignia de todas las bibliotecas del país", afirma su director, Juan Sasturain.
En 2023 se cumplen cien años del nacimiento de Testa (Italia, 10 de diciembre de 1923 – Buenos Aires, 11 de abril de 2013) y en su homenaje "queremos que la Biblioteca se imponga como ícono de la arquitectura porteña, por eso los trabajos de mantenimiento y restauración de la fachada (hay un crédito millonario para financiar la obra) y el acabado final, eternamente postergado, de algunos detalles del proyecto original, como los parasoles de las ventanas, tan necesarios y nunca instalados", dice a Télam Sasturain.
"Nos esperan dos años de trabajos para dejar al 'Gliptodonte' de Testa como se merece", agrega, una referencia a como el arquitecto definió la parte aérea del edificio, que tiene otra parte subterránea donde se guardan las publicaciones y que suma un total de nueve pisos.
Además "está el edificio histórico de calle México, en el barrio porteño de San Telmo, adonde la Biblioteca funcionó hasta 1992, que se está restaurando, una tarea que se impuso desde el comienzo de su mandato el ministro y compañero Tristán Bauer", agregó el escritor.
Por otra parte o como complemento, atendiendo a la concepción de "una Biblioteca Nacional como nave insignia que traza las grandes líneas directivas para todas las bibliotecas del país, que brinda asesoramiento y capacitación y que pone a disposición su catálogo editorial y el acceso virtual directo a su acervo, se han firmado acuerdos para abrir tres nuevas sedes en otras ciudades", indica Sasturain.
Una en Mar del Plata, en Catamarca y 25 de Mayo, que llevará el nombre de Ricardo Piglia; otra "cedida" por la municipalidad de Córdoba, "un hermoso espacio en el Cabildo que se llamará Juan Filloy"; y la otra Salta, bautizada Juana Manuela Gorriti, puntualiza.
También en el acondicionamiento de esos edificios, cedidos en comodato por los municipios, se está trabajando, así como en "la designación del personal a cargo y el equipamiento provisto por la Biblioteca Nacional", puntualiza el autor de "Perramus", legendaria historieta ilustrada por Alberto Breccia.
Las sedes, dice Sasturain, "no serán una sucursal o una simple dependencia. Vienen de una idea concebida a finales de la gestión de Horacio González por Elsa Rapetti, hoy vicedirectora de la Biblioteca, y Roberto Arno, director de la Coordinación Administrativa, a partir de las experiencias recogidas en sus viajes por todo el país en aquel momento llevando libros, apadrinando iniciativas y dando cursos de capacitación bibliotecológica".
"Esta iniciativa, hoy, surge de una voluntad bilateral y mantiene el concepto de una Biblioteca Nacional que funciona como nave insignia que traza los grandes lineamientos del resto de las bibliotecas", explica.
Ocurre que "las sedes provinciales serán fundamentales en dos inmensas tareas pendientes -puntualiza-: el censo nacional de bibliotecas y la confección de la bibliografía nacional, con el registro y la totalidad de lo publicado en el país. Hay muchísimos libros y editoriales de los que la Biblioteca Nacional -donde debería estar todo- tiene un registro parcial o no tiene ninguno".
Así que, continúa, "en el ámbito estrictamente bibliotecológico, con los servicios virtuales, la capacitación y asesoramiento y las tareas de recolección bibliográfica hay muchísimo por hacer. Aparte de la posibilidad de desarrollar patrimonio propio original".
Las sedes "funcionarán además como centro de presentaciones, muestras, conferencias y espectáculos producidos en el lugar u originados en la Biblioteca Nacional y trasladados puntualmente", concluye.
(Télam)
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