Ese abrazo era el primero que nos dabamos desde el inicio de la pandemia, dice enfermera retratada

Florencia Rumi Macchi Zubiaurre, una de las enfermeras cuyo abrazo apretado con una compañera ilustra la portada del Anuario 2020 de Argra, cuenta que "era el primero que nos dabamos desde el inicio de la pandemia" y con ese gesto buscaban

D-Interés 22 de diciembre de 2021 Agencia Télam
Florencia Rumi Macchi Zubiaurre, una de las enfermeras cuyo abrazo apretado con una compañera ilustra la portada del Anuario 2020 de Argra, cuenta que "era el primero que nos dábamos desde el inicio de la pandemia" y con ese gesto buscaban contenerse ante la angustia y estrés de cuidar a los pacientes enfermos de Covid19 en terapia intensiva, donde "tenía como compañera de guardia a la muerte".
"El día que nos retrató Hernán (Fouillet) habíamos tenido una semana difícil, muchas personas habían fallecido entre la noche y la mañana, los decesos eran uno tras otro", relata a Télam la trabajadora de la salud que estuvo presente en la inauguración de la 32 Muestra de Fotoperiodismo de Argra, en el Centro de Arte de la Universidad Nacional de La Plata.
A metros de la foto que la retrata a ella, con los ojos llorosos y a su compañera Romina Quevedo en un abrazo apretado, con un dejo de desesperación, Florencia recuerda que ese septiembre 2020 "no parábamos ni para tomar agua, porque eso implicaba tardar en ponernos y quitarnos el equipo de protección".
Florencia trabaja en el área de Terapia Intensiva del Hospital Rossi de La Plata y detalla en qué consistía ese equipo especial que pasó a ser un escudo contra el Covid: "un camisolín, por debajo de éste un ambo que nos daba el Hospital, un barbijo con filtro 95 y arriba de ese un barbijo quirúrgico, antiparras o protección ocular y una máscara para tener la cara protegida de posibles salpicaduras".
"El estrés con el que trabajábamos era mucho, la contención entre nosotros era tan imprescindible como ese equipo de protección pero desde el inicio de la pandemia no teníamos contacto físico, no podíamos abrazarnos, y eso lo hizo todo más difícil", precisa.
Ese sábado de septiembre, luego que Hernán dejara registro gráfico de su jornada, salieron de terapia y tras quitarse parte del equipo, ambas enfermeras charlaron sobre la cifra de trabajadores de la salud fallecidos y en un momento Romina le comentó con angustia: "qué situación de mierda, no puedo creer tantos muertos".
"Y ahí le dije: Romi abrazame porque no aguanto más. Y fue la primera vez que nos abrazamos después del inicio de la pandemia, y me largué a llorar. Fue el abrazo, la conexión, el sostén que necesitaba y teníamos que largar lo que teníamos adentro. Y esa es la foto que nos hizo Hernán", relata Florencia.
La enfermera recorrió anoche la muestra, las más de 200 fotografías que cuentan ese 2020 tan inédito y angustiante debido a la pandemia. "Las fotos de la pandemia yo las viví. La de la enfermera preparando a un óbito, las que hacen la cama, las que hacen prevención. Todo eso lo viví yo también, fue muy fuerte verlas (a las fotos)", apunta.
Florencia está casada con Juan Pablo, también enfermero, y tiene dos hijos de 24 y 15 años, quienes "fueron nuestro sostén, más que nosotros ser sostén de ellos. E hicieron lo que pudieron, tuvieron que escucharnos llegar de nuestros trabajos y decir ´hoy fueron tantos´ o ver que llegaba y me tiraba a la cama a llorar, y no quería cocinar, ni ver una película".
"Sobrevivieron con nosotros, y esto es común a los hijos del personal de salud. En estos dos años estuvimos muy pendientes de nuestro trabajo porque éramos un eslabón, un engranaje, si fallábamos, fallaba todo", dice la enfermera.
Florencia confiesa que "estaba acostumbrada a que la muerte pase por el servicio, salude y se vaya, no estaba acostumbrada a que trabaje conmigo en la guardia, no estaba acostumbrada a tenerla como compañera de guardia y no nos quisimos acostumbrar".
Recuerda aquella vez que ingresó una paciente en su sector y era una compañera suya de la escuela secundaria.
"Ella falleció, me tocó atenderla y no la había reconocido, cuando me di cuenta bajé al servicio de enfermería y dije: necesito salir, no quiero ver más muertos´. Me tocó poner a muchos en la bolsa (negra) y decirles adiós. Y todo eso no es gratis. La próxima pandemia que sufrirá el personal de la salud es la pandemia de la salud mental", dice rotunda.
Florencia, quien siempre quiso ser enfermera, pasea sus ojos oscuros sobre cada fotografía que retrató la pandemia y sintetiza: "yo fui parte de ese momento, di lo mejor de mi, al igual que las otras personas retratadas, di lo mejor por el otro. Y eso es un acto de amor que quedará siempre en mi".
(Télam)
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