El tortazo contra la Gioconda, uno mas de los muchos atentados que sufrieron grandes obras de arte

Por venganza, enojo con el artista o motivos religiosos crece el largo el listado de obras de arte que a lo largo de la historia han sufrido varios atentados y se suma el tortazo que recibio el pasado domingo "La Gioconda" en el parisino Museo del

D-Interés 31 de mayo de 2022 Agencia Télam
Por venganza, enojo con el artista o motivos religiosos crece el largo el listado de obras de arte que a lo largo de la historia han sufrido varios atentados y se suma el tortazo que recibió el pasado domingo "La Gioconda" en el parisino Museo del Louvre, que ya sufrió otros ataques y hasta un robo, al igual que los actos de vandalismo cometidos en otras ocasiones contra "La Piedad" de Miguel Ángel o "Black on Maroon", de Mark Rothko.
El impacto de la tarta sobre el lienzo de Leonardo da Vinci por el cual se responsabilizó un hombre en silla de ruedas y disfrazado de mujer con peluca con un mensaje ecológico ("Piensen en la Tierra. Hay gente que está destrozando el Planeta") es una más de las agresiones que ha sufrido la obra.
La Gioconda, que fue robada de la pinacoteca en 1911, no siempre estuvo protegida tras un cristal antibalas. En la década del 50, después de dos ataques importantes -uno con ácido y otro con un piedrazo- se decidió darle una protección extra. En 1974, durante una muestra que llevó la obra a Japón fue en 1974, una mujer intentó pintarla con un espray rojo. En 2009, en medio de una multitudinaria jornada de domingo en el museo, un visitante le arrojó una taza de té a la obra.
Los ataques a la Gioconda se inscriben en una serie de atentados a obras de arte insignia de artistas como Miguel Ángel, Rembrandt y Velázquez.
"La Virgen y el Niño con Santa Ana y San Juan el Bautista", también de Leonardo da Vinci, fue dañada en dos ocasiones en 1962, cuando un pintor alemán arrojó un frasco de pintura contra la obra de en la National Gallery de Londres y en 1987 cuando un hombre parado de 37 años que quería protestar por la situación política, social y económica de Reino Unido entró al museo minutos antes de su cierre y disparó contra la obra, pero la obra quedó protegida por el cristal que la resguardaba.
"La libertad guiando al pueblo" del pintor francés Eugene Delacroix" fue dañada en 2013 por una mujer que escribió un mensaje en el lienzo expuesto en el museo del Louvre. "AE911", escribió con marcador en la parte inferior del cuadro, cuyo significado se relacionó con una teoría de conspiración sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S) en Estados Unidos y una petición realizada por internet. La mujer fue detenida y como la inscripción era superficial, se pudo borrar.
"La Piedad" de Miguel Ángel fue vandalizada el 21 de mayo de 1972 cuando Laszlo Toth, un geólogo búlgaro residente en Australia, intentó decapitarla de un golpe seco con un martillo y, después de descargar diez golpes contra la nuca de la Virgen, comenzó a darle en la cara hasta que un bombero consiguió derribarlo. El atacante justificó su acción como una orden recibida del cielo para restablecer la verdad acerca de la Madre de Dios," que no existe, según decía, porque Dios es eterno". La obra fue restaurada y el atacante pasó dos años internado en un manicomio.
"Black on Maroon", de Mark Rothko, pintado en 1958, que fue dañado en 2012 por un activista polaco que usó pintura de grafiti y arruinó seriamente la obra. Los restauradores tardaron 18 meses en solucionar la mancha y lograr volver a colgar la obra en la Tate Modern de Londres. En aquella oportunidad, para investigar con qué técnica limpiarlo mejor, los restauradores pintaron una réplica y tardaron nueve meses para identificar el disolvente adecuado para terminar con el grafiti. Esta vez el deño dejó una marca en el original: la pintura utilizada para atacar la obra penetró varias de sus capas y afectó al lienzo.
Las obras callejeras del misterioso y contemporáneo Banksy también han sido vandalizadas e incluso el artista autodestruyó el lienzo de "Girl With Ballon" después de haber sido subastada por 1,22 millones de euros en la subasta en SothebyÂ’s en 2018. Para dar cuenta de su decisión se amparó en una cita a Picasso que pone en perspectiva toda vandalización de arte: "El impulso de destruir también es un impulso creativo". (Télam)
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