"#WhatsUpArgentina. Mi casa-Tu casa", una obra monumental de arquitectura efímera que Daniel González realizó junto a usuarios de WhatsApp, transforma al Museo MAR de Mar del Plata en casas quiméricas y reflexiona sobre el imaginario de los argentinos.

A través de esa aplicación, el MAR preguntó cómo imaginaban la casa de sus sueños, los interesados sugirieron ideas y así se convirtieron en coautores de la instalación, realizada por González (Buenos Aires, 1963) con materiales en desuso que la gente aportó.

Se trata de "una arquitectura organizada mediante estados de ánimo, sueños y deseos", explica a Télam quien hace más de 15 años se dedica a realizar este tipo de instalaciones: "Mi interés no es celebrar un evento, sino crearlo junto a la gente para vivir una experiencia común, capaz de crear nuevos estados de conciencia".

WhatsApp fue la materia prima con que construyó esta instalación inmersiva, que se despliega desde la entrada hasta el primer piso del museo marplatense, tomando las escaleras, pasillos y espacios no transitados, como el hueco bajo los escalones.

Las 13 casas que toman cuerpo en el museo de avenida Camet al 800, frente al mar, "surgieron de la voluntad de las bases -remarca González-. La gente es la que me dijo qué cosa es ser argentino, no lo hizo ni el mercado, ni mi idea sobre las cosas materiales e inmateriales que componen a ese ser colectivo".

"Generalmente las artistas hacemos obras interactivas como un juego de mesa: está cerrado e invitamos a jugar. Esta vez invité a la gente a armar el juego conmigo", indica.

En la puerta de entrada y los laterales del MAR hay llamadores de ángeles, cañas de bambú que suenan con el viento. Es "La casa del aire". El sonido de los llamadores funciona como paredes invisibles y determina la distribución de los ambientes.

"Si cerramos los ojos y la recorremos, tomando conciencia del sonido como barrera, estaríamos compartiendo la experiencia de los no videntes", grafica Gonález.

La palabra "transformación" apareció tantas veces en los mensajes argentinos de Whatsapp -llegaron incluso desde Gran Bretaña, Italia, Colombia-, que decidió dar forma, con eso, a "La casa de la mudanza" que domina la planta baja del MAR.

Con cajas de cartón, a modo de Tetris o Rasty, simuló una arquitectura futurista, cada caja con un rótulo, como en las mudanzas, incluyendo ítems imaginarios: "impuestos" y "libros" se superponen con "monstruos invisibles" o "políticos correctos".

Esas cajas tienen dos agujeros. Si se espía por uno, pueden verse vasos, platos, ropa; por el otro se ven videos que envió la gente dando cuenta del patrimonio intangible argentino: una abuela bailando cumbia con su nieta, una nena jugando a martillar, el mar, una chica que le promete un beso al novio.

Las escaleras están intervenidas como una casa de plantas en perpetuo movimiento -"entrar significa subir a la escalera y pasar a otra dimensión,

el primer piso"- y "La casa de la niebla, la única donde el factor meteorológico se mete adentro, invita a perderse sensorialmente, solo un flash que cada tanto da un impulso de luz permite que te orientes".

"Usé todos los espacios no expositivos para activar el museo artísticamente, lugares de pasaje donde ahora la gente se detiene y vive una experiencia", remarca González.

Como ironía a un marco institucional muchas veces burocrático, una puerta que no da a ninguna parte promete soluciones en su plaqueta y, si uno se acerca lo suficiente, puede escucha través de la madera un loop de dos minutos donde los trabajadores hacen sus respuestas.

Mientras una pantalla proyecta los cientos de whatsapps recibidos y un audio reproduce voces infantiles pidiendo "una casa voladora" o "una casa llena de monos", arquitecturas se irán transformando en todo lo que resta del año, anticipa.

Habrá actividades en ellas al menos una vez por mes, como las clases de yoga que se practicarán en "La casa del viento", la única que flota en el museo; o los talleres para que los niños pinten sobre papel la casa de sus sueños y que esos dibujos rotulen las cientos de cajas que forman "La casa de la mudanza".

El Museo MAR puede visitarse de jueves a martes de 12 a 20 y el programa completo de verano se puede consultar en www.gba.gob.ar/museomar..

(Télam)