El salario mínimo se hunde: su poder adquisitivo ya es inferior al de la crisis del 2001

El poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) se encuentra en su punto más bajo en los últimos veinte años, incluso por debajo del que tenía durante la crisis del 2001. Así lo indica un informe elaborado por el área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL), dependiente del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP).

Según el estudio, la tendencia descendente no solo no se detuvo, sino que se intensificó en los últimos meses. Durante marzo de 2025, el SMVM tuvo una caída real del 2,1%, superando la baja del 0,4% registrada en febrero. Estas disminuciones se producen luego de dos meses con leves incrementos en términos reales: 0,3% tanto en diciembre de 2024 como en enero de 2025.

Los autores del informe, Roxana Maurizio y Luis Beccaria, advierten que la caída más pronunciada comenzó en diciembre de 2023, cuando el salario mínimo real se redujo en un 15% a causa del salto inflacionario. A eso le siguió un desplome aún mayor en enero de 2024, con una pérdida del 17%.

El retroceso acumulado alcanza el 31%

“Esta tendencia se interrumpió momentáneamente en los meses siguientes, período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación, por lo que no se observaron reducciones adicionales. En junio de ese mismo año se produjo una nueva caída del 4,4%, seguida por cierta recuperación en julio de 4,3% y por reducciones consecutivas entre agosto y noviembre de 2024″, señalaron Maurizio y Beccaria.

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De esta manera, entre noviembre de 2023 y marzo de 2025, el SMVM acumula una pérdida del 31% en su poder de compra. Esta contracción, sumada a la tendencia negativa de los años anteriores, ubica al salario mínimo de marzo de este año por debajo del valor que tenía en 2001, antes de la crisis terminal de la convertibilidad. Además, si se lo compara con el punto más alto de la serie, en septiembre de 2011, el derrumbe alcanza el 62%.

¿Qué ocurre con el empleo formal?

El empleo asalariado formal (que incluye tanto al sector privado como al estatal) atravesó una etapa de retroceso sostenido desde septiembre de 2023 hasta agosto de 2024. A partir de allí, las cifras comenzaron a mostrar una alternancia de pequeñas mejoras y caídas, sin una recuperación sólida.

Entre septiembre y octubre de 2024 se sumaron 13 mil trabajadores formales (+0,1% en cada mes), pero en noviembre se produjo una baja de 6,5 mil puestos (-0,1%) y en diciembre prácticamente no hubo cambios. Sin embargo, en enero de 2025 volvió a registrarse una caída: 8,6 mil empleos menos, lo que equivale a una baja del 0,1%.

Este comportamiento ubicó al número total de trabajadores formales a comienzos de 2025 en un nivel similar al que tenía en julio de 2024. En términos interanuales, se observa una pérdida de 121 mil puestos de trabajo (-1,2%) en comparación con enero de 2024, y de 194,5 mil (-1,9%) respecto a noviembre de 2023. Con estas cifras, el empleo asalariado formal se ubica por debajo de todos los valores mensuales de 2023 y apenas por debajo del nivel de noviembre de 2022.

El empleo privado: leves repuntes, pero sin sostén

Cuando se analiza específicamente el sector privado, el informe detalla que en enero de este año había 6,25 millones de trabajadores asalariados formales en empresas privadas, excluyendo el trabajo en casas particulares.

Tras once meses consecutivos de caída, el empleo privado mostró una muy leve mejoría en agosto de 2024, con un incremento de apenas mil puestos (+0,02%). En septiembre y octubre las subas fueron también modestas: 7,4 mil (+0,12%) y 5,5 mil (+0,09%), respectivamente. Noviembre no trajo grandes cambios, pero en diciembre se verificó un aumento de 8,7 mil empleos (+0,14%).

Sin embargo, esta mejora fue interrumpida en enero de 2025, con una nueva baja de 8,8 mil puestos (-0,14%). Con esto, el empleo formal privado volvió a situarse en los niveles de octubre del año pasado.